EL DÍA; 1 de septiembre, 2013
Poco después de las 18:00
horas de esta tarde ha fallecido Pedro Gómez Cuenca, el Charlot de Tenerife.
Don Pedro. El hombre que paseó con elegancia el nombre de Tenerife. Todo un
caballero.
Pedro Gómez Cuenca ingresó en Urgencias hace
una semana, siendo trasladado a la Clínica Quirón, de la capital tinerfeña.
Desde hace un año estaba aquejado de alzheimer. No obstante, su esposa, doña
Victoria, accedió el pasado mes de enero a mantener una entrevista junto a don
Pedro. No quería que antes que la memoria lo dejara, él pudiera agradecer al
pueblo de Tenerife tanto cariño recibido.
He aquí su última entrevista, publicada en EL
DÍA el 27 de enero pasado.
El funeral por Pedro Gómez Cuenca
está previsto que se instale en el tanatorio de Servisa, y mañana podría tener
lugar el duelo, a falta de la confirmación que se hará en las próximas horas.
A continuación se reproduce su última
entrevista.
Pedro Gómez Cuenca salió por primera vez de
Chaplin en 1958. Desde entonces no ha faltado ni una hora a la fiesta. “Ha sido
una vida larga que se nos ha hecho corta”, reconoce su esposa, que agradece
tanto cariño recibido.
Quien dice que el Carnaval chicharrero carece
de un museo es porque no se ha adentrado en la casa de Pedro Gómez Cuenca,
quien incluso antes de las primeras Fiestas de Invierno, en 1961, ya salía
convertido en Charlie Chaplin.
Su casa desborda historia de Carnaval, pues
atesora los centenares de trofeos, fotografías y detalles que ha recibido en
sus 54 años de participación. Y todo comenzó porque la esposa de don Pedro,
Victoria Álvarez, le “obligó″ a vestirse de Charlot cuando en 1958 se
estableció en Tenerife. “Estuvimos de novios seis años; nos casamos en 1955, en
Madrid, y nos trasladamos a Tenerife en 1958. Siempre que se despedía de mí
siendo novio sacaba su cepillito de grabador, se lo colocaba debajo de la nariz
y, al estilo de Chaplin, se despedía”, recuerda doña Victoria. Desde entonces,
Pedro Gómez Cuenca no ha faltado ni una hora al Carnaval chicharrero.
Hijo de un carpintero especialista en
escaleras y de una ama de casa, Pedro es el más pequeño de tres hermanos, los
dos ya fallecidos: Enrique, forjador, y Carmen, modista. Natural de la
localidad madrileña de Cuatro Caminos, la madre enviudó y se empeñó en que
Pedro no abandonara la formación para trabajar, por lo que curso Bellas Artes,
hasta constituirse en un gran grabador artístico. Estuvo en la firma Guiserís,
en la madrileña calle de Montera, hasta que un amigo le propuso trasladarse a
Barcelona o Tenerife. En 1955 ya estaba casado y doña Victoria no lo dudó.
Ella, que trabajó en la empresa Telefunken, ya había estado en Barcelona y
prefirió venirse a Tenerife. Pedro puso una condición: “Conseguir trabajo y tener
trabajo”. Por ello, remitió un muestrario a la Joyería Purriños, a Mercedes
Claveríe y a Rosendo. Fue la llave maestra que le permitió garantizarse un
sustento. Primero se trasladó él y, más tarde, su familia. En su domicilio
estableció su taller de grabador; esta estancia la ocupa su particular museo
del Carnaval Charlot de Tenerife. A la conversación de ayer en su vivienda, con
doña Victoria, Pedro Gómez Cuenca asiste con cara de víspera de Reyes, ilusión,
con una sonrisa imborrable y un silencio que evita quitar o poner detalle en la
animada, y emocionado recuerdo, de todo lo que ha dado Pedro Gómez Cuenca al
Carnaval. “Ha sido una vida larga que se nos ha hecho corta”, explica Victoria.
“Se podrá olvidar de muchas cosas, pero nunca de tanto cariño que ha recibido
del pueblo de Tenerife”, cuenta. Pedro recupera la memoria para hablar de la
señora que se lo encontró por la calle y le dijo “anoche lo vi en la tele”,
pensando que era el Charlot de verdad, el de Hollywood; o de la pareja que un
día pasó a su lago y el chico retrocedió para pedirle, de favor, si no le
importaba dar un beso a su pareja. Estas experiencias con el pueblo llano, como
dicen, están grabadas en el corazón de Charlot de Tenerife.
Un chicharrero nacido en
Madrid
Pedro Gómez Cuenca nació en Cuatro Caminos,
Madrid, el 11 de octubre de 1926 y se trasladó a Tenerife en 1958. Como dato
curioso, el mismo día de su nacimiento fue inaugurado el parque GarcíaSanabria
de la capital tinerfeña.
Un grabador de lujo
 Su trabajo como grabador artístico es muy
elogiado. Victoria recuerda una anécdota con la Casa Real. En 1973 el actual
príncipe vio por la tele a Charlot y le mandó una foto dedicada. En una visita
posterior, Pedro grabó una foto suya y se la entregó a la Reina, que pidió
conocerle para que le explicara cómo pudo dar tanto realce a los ojos.
“Parecían reales”.
Familia Gómez Álvarez
Pedro Gómez Cuenca y Victoria
Álvarez tienen tres hijos (foto de la dcha): Victoria Eugenia, Mary Carmen y
Pedro José, este último nacido en El Toscal y profesor de Bellas Artes en la
ULL. Además tienen cuatro nietos y una bisnieta.
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