El
martes día 17 S, en el Instituto Hispánico, dio una charla el doctor don Luis
Espinosa, con base en sus vivencias en el Colegio de Segunda Enseñanza del
Puerto de la Cruz, que existió entre 1927 y 1975. Con algunos de los profesores que citó Luis tuve yo mis contactos docentes como alumno.
A la portuense doña Minita Carmona la tuve en
Inglés (yo creía que era inglesa, pues hablaba con mucho acento), en Santo
Tomás de Aquino, La Orotava, en el PREU (luego COU). Un día del curso anterior, mi amigo Augusto le tiró con
una guindadera una chinita y le dio en una teta; se desmayó doña Minita y vino don Pepe Estévez, director y luego alcalde,
y le dio una fuerte paliza al tal Augusto.
A don Benito Rodríguez Ríos lo tuve en el
Selectivo de Ciencias, en la ULL; era
muy tímido en la pizarra, en Física, creo recordar. Yo en los últimos bancos no
me enteraba de nada. Fue mi época de perras de vino…
A don Jesús Hernández Perera le oí un par de conferencias, muy ilustrado.
Una concreta, en el Liceo viejo, que marcó un antes y un después (año 1970,
aprox.), sobre la concienciación del pueblo llano en la defensa y conservación
del patrimonio arquitectónica y urbano, en concreto de la Villa, su Villa
natal, La Orotava.
El
Colegio de Segunda Enseñanza portuense terminó sus días después de muchos
avatares, en 1975 como queda dicho. Quizá uno de los motivos de su desaparición
fuera que ya por entonces el ministro Villar Palasi había publicado el Libro
Blanco (1971) -- enseñanza gratuita y obligatoria para todos los niños en edad
escolar-- y se estaban haciendo en esta provincia de Santa Cruz de Tenerife
nada menos que sesenta colegíos grandes de EGB o Primaria, con una capacidad
total para casi cuarenta mil alumnos. Quien esto suscribe trabajó de técnico en
la Delegación el Ministerio de Educación, y le correspondió entre otros
trabajos hacer informes --la mayoría de ellos negativos--de aquellos
edificios antiguos de propiedad privada,
en concreto en la zona Norte de Tenerife
(Realejos, Orotava, Puerto Cruz…),
que al construirse los nuevos edificios docentes públicos de Primaria y Secundaria,
quedaron obsoletos e inservibles en la mayoría de los casos.
Espectador
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