Isidoro Sánchez García
En los tiempos que corren, bastante convulsos, por cierto, es
conveniente filosofar, es decir pensar acerca de lo que está sucediendo en este
planeta cada vez más globalizado. Basta leer cada día la prensa.
Por ejemplo, me llamó la atención el artículo aparecido en El
País el pasado domingo 17 de julio, de los autores Natalia Velilla y Víctor
Lapuente e la separata ‘Ideas’. Trata del peligro de una justicia politizada en
España y en los Estados Unidos de América, lo que hace que se esté convirtiendo
en un problema internacional si bien es cierto lo que dicen los autores
periodistas y es que está en juego la confianza de los ciudadanos. Igualmente,
la entrevista que le concedieron a la filósofa y ensayista colombiana, Laura
Quintana, quien llegó a afirmar que la rabia quiere cambiar el mundo.
De excelente tengo que calificar el ensayo escrito por Javier
Cercas cuando dedica cierto tiempo a pensar en el tipo de tiempos que vivimos.
Después de un amplio análisis histórico de nuestras guerras vividas pero
invivibles, como la de Ucrania, llega a la conclusión de que nuestro tiempo es
el tiempo de las mujeres. Entiende que nuestra etapa vital está marcada por una
revolución que ha puesto en marcha una mitad de la sociedad. De hecho, nos
anima a pensar y filosofar en el tipo de mundo en el que ha vivido la
humanidad, que ha sido capaz de tener apartada, postergada, sometida y
humillada a la otra mitad. Creo que es hora de aplicar el sentido común y
reconocer el valor de la ley y la posibilidad de la justicia, y de ahí
determinar esta revolución de las mujeres, que, aunque no pueden hacerla solas
nos atañe a todos. Según Cercas se trata de una revolución en la que la
literatura tiene mucho que decir, de manera especial en materia de placer y
conocimiento.
Termino la
recomendación de filosofar o de pensar invitándoles a leer también en la misma
separata un asunto que Enric González califica como un asunto marginal y titula
‘La crueldad líquida’. Hace referencia a los mares en general y apunta nombres
de libros como ‘Océanos sin ley’. Recuerda que los mares son espacios donde
caben todos los horrores y todas las aventuras, héroes y piratas, ecologismo e
ilegalidades, así como crueldades sin límites. Es un trabajo que considera
recomendable leerlo. Señala que, en el
Mediterráneo, cuna de la civilización, se ahogaron en el año 2021 más dos mil
inmigrantes con destino Europa. Por eso es recomendable seguir
filosofando.
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