Vengo serpentina a buscarme
tormenta en el rastro de los gritos
Todo es tumba abierta
sin fantasmas en mis cráteres de arena
Por fin regresaron los demonios
a la raíz de su veneno
Puedo pensar en otra cosa
que no sea la treintena
de astillas en mi fantasía
errada del costado
Cuesta añadir el hilo reventado
en la ruleta de la última estación
y adivinar de qué color fueron
los pétalos prohibidos
de qué color, la luna fugitiva
de qué color, mis lánguidos vacíos
irrespetuosos de la suerte
Cuesta coger el paso tembloroso
ahora que no me calza
el rancio pájaro de mis soles
¡Para qué quiero esta insurgencia
ahora que solo escombros
caen sobre mis pilastras de otoño!
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