Salvador García Llanos
El hotel Tigaiga, en el
parque Taoro del Puerto de la Cruz, vuelve a ser noticia, esta vez con motivo
de la finalización de sus obras de renovación integral, incluidas en el Plan de
Modernización y Mejora del Municipio (PMM), iniciativa del Consorcio para la
Rehabilitación Turística, donde deben estar contentos, por cierto, cuando ven
estos frutos.
El establecimiento ya
conoce de mejoras. Sus actuales propietarios, los hermanos Talg, han prolongado
la vena sensible de de su padre y abuelo, quienes ya se esmeraron a fondo para
que el Tigaiga estuviera siempre de punto en blanco. Cada año, en efecto, antes
de comenzar el verano, afrontaban los trabajos de remozamiento: reparar, pulir,
abrillantar… para que el hotel reabriera sus puertas y pareciera nuevo a
estrenar. Eso que llamamos los detalles.
Y así ha ido el Tigaiga
ganándose la fama. Y los premios y las distinciones que colecciona no solo para
enriquecer la oferta sino para acreditar que un clásico está en un proceso
constante de renovación sin dejar de ser un clásico. Las tres generaciones de
Talg, además, inculcaron al personal los valores que complementaban sus
reclamos: atención, servicio, amabilidad, cercanía… Los clientes eran los
primeros en agradecerlo. Cuando cruzaban las puertas y dejaban las maletas en
recepción, la escena se repetía:
-Bienvenidos, señores
Leary-, decía el recepcionista, sonriente, desde el mostrador y con las llaves
en la mano.
-¡Oh!, gracias Luis, otra
vez en casa-, respondía chapurreando español míster Leary, que repetía visita,
claro, y ya se conocía los nombres de los profesionales.
Ese ha sido otro secreto
del Tigaiga. El trato dispensado a sus clientes, algunos de ellos muy famosos,
como Gerhard Schroëder, quien disfrutara de sus navidades antes de asumir como
canciller de la República Federal de Alemania.
Lo demás, ya es conocido:
quietud, sosiego, restaurante de nivel, jardines, cuidado medio ambiente… todo
lo que se precisa para disfrutar en un entorno inigualable. El Tigaiga, desde
luego, es un espejo en el que mirarse para cualquier renovación que se precie.
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