Bajo el programa “Añorando
nuestras tradiciones”, los alumnos de las ludotecas del municipio conocerán las
prácticas del “Pan por Dios” y “Los Santitos”, típicas de la historia ramblera.
El Ayuntamiento de la Villa de San Juan de la Rambla ha puesto en
marcha un programa educativo y cultural llamado “Añorando nuestras tradiciones”
que tiene como objetivo el fomento y recuperación entre los más jóvenes del “Pan
por Dios” y “Los Santitos”, costumbres que se desarrollaban antaño durante el 1
de noviembre, Día de Todos los Santo.
Estas actividades se han centrado en transmitir entre los jóvenes
del municipio en qué consistían estas tradiciones y el por qué eran importantes
en una época en la que escaseaban recursos, acercando a los mayores del
municipio a las ludotecas de la Villa para que los niños y niñas oyeran de
primera voz las experiencias de Todos los Santos. En este caso, el lunes los
mayores se trasladaron a la ludoteca “La Saltarina” de San Juan, donde
explicaron en qué consistían Los Santitos, mientras que el martes se repitió la
actividad en “La Estrella Contenta” de San José donde los menores conocieron en
qué consistía y el por qué del “Pan por Dios”.
El acercamiento de las tradiciones se completó con talleres de elaboración
de cestas tradicionales y pequeños panes típicos de estas fechas además de
diversas actividades durante la semana que implicaran las tradiciones en las
actividades lúdico educativas de las ludotecas.
El “Pan por Dios” en la parte alta y “Los Santitos” en la parte
baja, se celebraba en San Juan de la Rambla por Finados y la tradición decía
que se buscaba la ofrenda para las ánimas benditas de los difuntos.
En la parte alta del municipio, se extendió la costumbre de que el
panadero dejara un pequeño pan a sus clientes fieles de todo el año,
denominándolo el “Pan por Dios” y que servía como agradecimiento. Como
respuesta, los clientes debían responder a la ofrenda con la expresión “que te
lo acreciente Dios”.
Era costumbre también que los niños y niñas recorrieran cada
barrio pidiendo con el cestito decorado el “Pan por Dios” y “Los Santitos” casa
por casa, tocando en las puertas y recibiendo lo que los moradores buenamente
podían: una manzana, chucherías, una naranja, higos pasados, almendras, nueces
o castañas entre otros.
Según recuerdan nuestros mayores, este mismo día salían las
parrandas de ánimas o los llamados Ranchos de ánimas, cantando y tocando por
los caminos y recogiendo limosnas para pagar misas a los que habían partido y
no tenían quien se hiciese cargo de sus almas.
En la actualidad aún se mantiene con arraigo entre los menores de
San Juan de la Rambla la práctica de “Los Santitos”, mientras que el Consistorio
está trabajando para la recuperación total del “Pan por Dios” en la zona alta
de la Villa.
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