José Peraza Hernández
Hoy domingo 19 de enero, vamos a hacer una pincelada
recordando a nuestro vecino de Los Realejos, donde el día 17 de este mismo mes
fue su Santo, San Antonio. Un hombre muy conocido por tanta y tanta gente como
es: DON ANTONIO OLIVA ÁVILA, UNA ESTRELLA DEL FÚTBOL DE ESTE NORTE,
en su día, fue Publicado Diario del Valle
y en La Vera Paso a Paso, el 24 de mayo de 2011,
de igual manera en el libros “LOS REALEJOS DE AYER Y
DE HOY – 2011”, que hemos publicado el amigo Esteban Domínguez, y esté que
suscribe.
Quiero añadir esos comentario y la imagen, para que
aquellas personas, puedan recordarle, como también lo hice con varios amigos
realejeros, hoy hablamos del siguiente:
DON ANTONIO OLIVA ÁVILA, UNA ESTRELLA DEL FÚTBOL DEL NORTE
Con el pasó de los años, descubre su vocación futbolística en los años 1959 - 1960. Empieza como entrenador de fútbol, entrenando al infantil San Agustín.
En 1966, Antonio
Oliva, procede a prepararse como
entrenador titulado. A partir de aquí, a recorrido muchos lugares paso a paso, en diferentes Clubs.
Antonio
tenía una gran virtud para enseñar a niños, y a los jóvenes. Es un hombre que ama
el deporte con alegría,
disciplina, seriedad y
respeto, cosa que siempre ha llevado
con
responsabilidad.
Hacemos mención de algunos de los Clubs,
allí donde estuvo:
Lo hizo en el Infantil San Agustín; Juvenil Realejos; C.D. Vera;
U.D.
Icodense; U.D. Rambla;
Juvenil U.D. Orotava;
Juvenil C.D. Vera; y el Infantil y Juvenil Longuera-Toscal.
Fue homenajeado el gran amigo Antonio Oliva Ávila, acto
que
fue celebrado en la Sociedad Cultural y de Recreo "Casino
Realejos" en octubre del pasado año. por eso, “Nunca es tarde
si
la dicha es buena”, nos dice el dicho... y “los homenajes,
siempre
en
vida serán bien recibidos”.
Muchas generaciones han conocido de su honradez
y deportividad unida a un exquisito trato, y entera dedicación a su trabajo deportivo.
También recibió el Homenaje que fue organizado por una comisión de antiguos futbolistas, pretendiendo, en su
sencillez, reconocer y aplaudir los 50 años de dedicación
al deporte.
Antonio Oliva recibió hace ya muchos
años, el reconocimiento del Ayuntamiento de Los Realejos, quién le otorgó el premio "Realejeros del Año" por su destacada labor deportiva en
distintos clubs de la isla, en un acto celebrado en el Teatro
Cine Realejos, siendo
alcalde en esos años don José Vicente
González Hernández.
ARTÍCULO DE: José Peraza, publicado La Vera Paso a Paso (Diario del Valle) el 24 de mayo de 2011
Aprovecho, para decir que el martes, 6 de julio de 2021. Publique un nuevo artículo, recibido del amigo y colaborador con este “Diario del Valle”, Salvador García Llanos, el que lleva por título:
ANTONIO OLIVA, UNA TRAYECTORIA EJEMPLAR
Coincidiendo
prácticamente con el segundo aniversario del sencillo acto en que le dieron su
nombre a una vía del municipio, Antonio Oliva Ávila la cruzó, hacia el cielo,
por última vez.
La
primera visión que uno conserva de Antonio Oliva Ávila es, cuando siendo un
niño con calzón largo, nos acerábamos al exterior de las viejas casetas del
campo El Peñón para pedirle la alineación del infantil San Agustín, de Los
Realejos. Aquel rostro serio de un hombre amable y aspecto bonachón, de aquel
entrenador que, con el paso del tiempo, contrastamos que era un dechado de
cordura, predisposición y buenos modales.
Se
lo recordamos al terminar el acto de entonces, al que acudimos, cuando fue
descubierto un rótulo que lleva su nombre en una vía del municipio donde nació,
Los Realejos: 'Peatonal Antonio Oliva Ávila'.
-Siempre
has estado con el fútbol de la base-, acertó a decir entrecortadamente mientras
no paraba de recibir abrazos efusivos y felicitaciones, después de que una de
sus hijas agradeciera con toda sinceridad aquella prueba de gratitud.
Allí
estaban numerosos discípulos, aquellos que se formaron y se hicieron
futbolistas bajo la atenta mirada, la dirección y el seguimiento del maestro
Oliva, carpintero de oficio y entrenador vocacional, especialmente para
trabajar sin desmayo en las categorías inferiores. No iban a faltar ni dejar de
arropar a quien les había enseñado a atarse las botas, a no calentarse con un
error arbitral, a controlar el balón con el exterior del pie, a cabecear con
eficiencia, a rematar de volea y a hacer un relevo en defensa o en ataque. Un
trotamundos del valle de La Orotava y del norte tinerfeño, un hombre al que
cuesta imaginar si alguna vez se enfadó o se molestó, tal era y es su bonhomía.
No debió pronunciar insulto alguno desde los banquillos, no debió alterarse y
si lo hizo fue de tal modo que nadie se percató. Ni un grito ni un reproche ni
una descalificación.
Por
eso le apreciaron tanto, tal como escribimos entonces. En el fútbol, cuando
estaba en activo; y fuera del campo, cuando se caracterizó por el respeto que
transmitía y que se granjeó sin dobleces -se diría que era algo consustancial-
y la caballerosidad de la que hizo gala aquí, allá y acullá.
Antonio
Oliva Ávila (Los Realejos, 1936-2021) ya tiene su paseo en la expansión
modernista de su pueblo, cerca de instalaciones deportivas, además. Su primer
equipo fue el Oratorio Festivo de La Orotava. Después, el inolvidable San
Agustín, con el que nacía el preparador. Había probado como árbitro auxiliar
pero no era su camino. Después, el juvenil Realejos. En 1965 se trasladó a La
Vera. Quería ser entrenador titulado e hizo kilómetros para completar su
formación en la capital tinerfeña. Muchos años después pudo acceder a los
programas y escuelas de formación de las categorías de base del Athletic Club
de Bilbao, cuando sus responsables proyectaron un formidable trabajo en el
ámbito de la U.D. Orotava, uno de los equipos que dirigió, además del Vera, Realejos,
Rambla, Icodense y, por supuesto, el Longuera-Toscal, cuando el campo “Antonio
Yeoward” era poco menos que un descampado entre las plataneras. Oliva, apoyado
por los fieles Alfonso Fernández y Santiago Palmero (D.E.P.), fue todo un
baluarte de un proyecto deportivo y social. A Francisco Sánchez García seguro
que le hubiera encantado estar presente.
El
alcalde, Manuel Domínguez, ponderó su esfuerzo, casi cincuenta años con
juveniles e infantiles, remarcando dos valores de su personalidad futbolística:
pasión por el entrenamiento bien hecho y responsabilidad deportiva, más allá de
los resultados.
El
acuerdo del pleno de la corporación, adoptado por unanimidad -por cierto: no
costaba nada reseñar en su lectura que fue a iniciativa del Grupo Municipal
Socialista-, refleja la identificación y la determinación de la representación
institucional de todo un pueblo en cuyo callejero figura desde ayer el peatonal
'Paseo Antonio Oliva Ávila' con todos los honores.
Entre aquellas peticiones aniñadas de alineaciones, al lado de una cancha de tierra, y las emocionadas manifestaciones de gratitud, escuchadas con emotividad, media... pues eso, toda una vida.
José
Peraza Hernández
El
domingo, 7 de julio de 2019, Publique un nuevo artículo, donde fue también
reconocido, y lleva por título:
Estando
de alcalde, Manuel Domínguez, ponderó su esfuerzo, casi cincuenta años con
juveniles e infantiles, remarcando dos valores, uno, pasión por el
entrenamiento bien hecho y responsabilidad deportiva, más allá de los
resultados. Acuerdo tomado en el pleno de la corporación, adoptado por
unanimidad. Donde refleja la identificación y la determinación y representación
institucional de todo un pueblo en cuyo callejero figura desde ayer el peatonal
“Paseo Antonio Oliva Ávila” con todos los honores.
Allí estaban el maestro Oliva, carpintero de oficio y entrenador vocacional, Antonio Oliva Ávila (Los Realejos, 1936) ya tiene su paseo en la expansión modernista de su pueblo, cerca de instalaciones deportivas, Salvador García, quien estuvo allí, hablado me comento que, en 1965 se trasladó a La Vera. Quería ser entrenador titulado e hizo kilómetros para completar su formación en la capital tinerfeña. Muchos años después pudo acceder a los programas y escuelas de formación de las categorías de base del Athletic Club de Bilbao, cuando sus responsables proyectaron un formidable trabajo en el ámbito de la U.D. Orotava, uno de los equipos que dirigió, además del Vera, Realejos, Rambla, Icodense y, por supuesto, el Longuera-Toscal, cuando el campo “Antonio Yeoward” era poco menos que un descampado entre las plataneras. Oliva, apoyado por los fieles Alfonso Fernández y Santiago Palmero (Q.D.P.), fue todo un proyecto deportivo y social.
Sabemos que todo tiene un principio y un final, tengo que decir que al amigo Antonio Oliva, fue reconocido en vida, eso es muy, pero que muy importante. Ya que nuestro amigo dejos bastante huella, lo importante es que, él nos ha dejado, a sabiendas que ha sido reconocido. Eso es despedirse feliz. Bueno tengo que decir qué, nuestros amigos y vecino realejero. no ha dejado a sus 85 años, donde traslado mi más sentido pésame a toda su familia en general. Donde él sabes, que se ha escrito muchas líneas, y que no serán fácil de borradas. Te recodaremos siempre estimado Antonio. Vuela alto y un abrazo al cielo.
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