José Peraza Hernández
Esto es increíble, entramos en Facebook, vemos a tantos y
tantos amigos que tienen sus páginas, y podemos observar que todo es un
bombardeo, unos tras otro, pero es verdad, es cierto lo que dicen, porque van
acompañados de imágenes, por lo cual no lo puedes poner en duda. Es que no
puedo salir de mi asombro.
Aún más, para salir del asombro tan vergonzoso, voy a darme
una vuelta personalmente por mi querido Puerto de la Cruz. Tal vez habrá muchos
que no me crean. También quiero puntualizar que esto que se publica cada día
en Facebook se repite otros días, donde también se encuentran concejales de
esta ciudad marinera, que ven todo lo que se dice del Puerto de la Cruz. Por lo que veo, esto no va con ellos, ellos publican sus
cosas, y mañana será otro día, uuufff. Estimados, por favor, den alguna
contesta a los ciudadanos de las críticas con razón o sin razón, que a mí no me
gusta estar tirándome piedras sobre mi propio tejado. Pero como hacen caso
omiso, pues adelante. La verdad es que cada día vamos a peor. Me voy a dar un
paseo y, observando paso a paso, vemos tantas y tantas cosas en mal estado, que
venga Dios y lo vea. Pero no voy a repetir lo que ya se ha dicho. Es que no
puedo entender a las cabezas pensantes que tenemos en este ayuntamiento. Esto
es lamentable y vergonzoso. Saqué las fotos y salí de allí deprisa y corriendo.
Yo pienso que los lectores quizá debieran tomárselo medio en broma medio en serio. Llego a las recientes y derribadas cafeterías de Martiánez, conocidas por Las Gañanías. Tengo que decir que lo primero que te encuentras son los asientos de cemento y la parte superior es de madera. Horrible, rotos, astillados, sucios; en definitiva, en mal estado, ya que es un peligro para los niños que se suben sobre los mismos.
Sr. alcalde, Sr. concejal, dense una vueltita por el lugar. Por favor, retiren los tablones del lugar y coloquen otro tipo de material, aunque sea una cerámica, eso sí, que el material no resbale. Se veía cómo la gente se subía en ellos para sacarse una foto. Por último -esto fue lo que colmó el vaso-, observé la playa, y estaba bien, había gente. Pero, por dios, ¿dónde está el cabeza pensante que envió a las 11.20 de la mañana, en pleno día, un camión cisterna vaciando alguna de las tanquetas? Por favor, creo que esto es una falta de respeto para las personas que se encontraban al lado mismo en la playa. Así la gente se cruzaba a la otra acera, por el mal olor que desprendían los gases del camión. Creo que, en está ocasión, este trabajo lo podían haber hecho en horas nocturnas.
Yo pienso que los lectores quizá debieran tomárselo medio en broma medio en serio. Llego a las recientes y derribadas cafeterías de Martiánez, conocidas por Las Gañanías. Tengo que decir que lo primero que te encuentras son los asientos de cemento y la parte superior es de madera. Horrible, rotos, astillados, sucios; en definitiva, en mal estado, ya que es un peligro para los niños que se suben sobre los mismos.
Sr. alcalde, Sr. concejal, dense una vueltita por el lugar. Por favor, retiren los tablones del lugar y coloquen otro tipo de material, aunque sea una cerámica, eso sí, que el material no resbale. Se veía cómo la gente se subía en ellos para sacarse una foto. Por último -esto fue lo que colmó el vaso-, observé la playa, y estaba bien, había gente. Pero, por dios, ¿dónde está el cabeza pensante que envió a las 11.20 de la mañana, en pleno día, un camión cisterna vaciando alguna de las tanquetas? Por favor, creo que esto es una falta de respeto para las personas que se encontraban al lado mismo en la playa. Así la gente se cruzaba a la otra acera, por el mal olor que desprendían los gases del camión. Creo que, en está ocasión, este trabajo lo podían haber hecho en horas nocturnas.
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