¡QUÉ INGRATA, LA VIDA DEL DIPUTADO!

José Sebastián Silvente  

¡Qué agotadora vida, la del pobre diputado,

y qué abnegada su labor, por este pueblo malvado

pendiente de si se duerme o si falta a las sesiones,

o si acaso se entretiene, tocándose los…talones!

De nada valen sus desvelos ni su trabajo en exceso,

¡deberían saber que es, diputado en el congreso!

pues si de todo hace holganza, ni se advierte ni se nota,

que sólo tiene el deber de acudir cuando se vota,

votar lo que le digan, como oveja de un rebaño,

y después de consumado, seguir durmiendo en su escaño.

Yo no sé por qué la gente por su trabajo se inquieta,

si por ello cobra un sueldo, desplazamientos y dietas.

¡Ay, pueblo, no te preocupes, no te aflijas, ya no insistas,

que él tan sólo quiere ser, el primero de las listas.

Entiende,por tanto, oh pueblo, su trabajo abnegado:

delante y detrás del líder, mudo, sordo, ciego, amable,

aplaudirle, por supuesto, cuando en la tribuna hable...

porque… ser “culiparlante” fatiga mucho y amuerma,

así que, sé considerado y deja que el pobre duerma.

Tan absorto en su tarea, se olvida y no desayuna,

pues su entrega al ciudadano va más allá de la una,

tanto es así que, llegada la hora del almuerzo

dejar la silla le supone un considerable esfuerzo.

y de tanto el agotamiento,se vuelve a dormir el tío,

ya haga calor,o frío, inclinando su pescuezo.

Su tiempo en el día transcurre en continuo azoramiento,

debido al constante estrés que provoca el parlamento.

En época de recesión, día tras día se afana

aferrado a la poltrona de la noche a la mañana.

El sueldo gasta en bragueros, debido a su actividad,

que es acomodar el culo desde enero a Navidad,

y por si alguien tiene duda, de vacaciones... ¡ni hablar!

pues si se fue a las Bahamas, a París o a Gibraltar,

no se fue de vacaciones; se fue..... ¡a trabajar!

No quisiera yo, por nada, ese agotador trabajo;

prefiero un exiguo salario y laborar a destajo,

porque... a ver quién es el guapo, ya sea soltero o casado,

que se atreve a soportar el quehacer ajetreado

que estoicamente aguanta el sufrido diputado.