Lorenzo Soriano
Hasta
ahora en épocas de bonanza y gasto total, la palabra que definía mejor a
nuestro comportamiento “inteligente” en general era el Anglicanismo “Détox”.
Podría traducirse como desintoxicación, renovación, regeneración. También se
emplea en cuanto a las drogas y en eso sí que hay que observar la diferencia.
Drogas y abusos, infantiles o de género es algo con lo que no hay que ni
siquiera que bromear ni aflojar tensión en su lucha por su desaparición.
Sin
embargo, me refiero a lo vigoréxico, a lo hipernaturalista, a lo vegetariano a
ultranza, a lo metrosexual, a lo Fashions victim, y a lo loco por lo “sano”.
Maniáticos, vamos.
Esto
de la crisis, ha cambiado mucho concepto exagerado y trasnochado, créanme. Soy
un viajero aun incansable, hago miles de millas en varios continentes y se lo
que les digo y de lo que les hablo. Si uno es controlado no debe de temerse, si
uno es moderado debe de congratularse, y si uno es proporcionado no hay que
asustarse. Compensar es la idea.
La
moda es la vuelta al “Retox”. Que podría traducirse a una cierta y moderada
ingesta de productos demonizados pero que hicieron muy agradable la vida de
nuestros abuelos.
La
famosa canción Comprensión, decía “lo único que no quiero es ser
malinterpretado”, traducido ya el “ Oh Lord please do not let me be………misunderstood”.
Me
explico. Si le apetece un buen filetito con esa grasita churruscadita
alrededor, cómaselo hombre. No cada día, lea el párrafo anterior, sea moderado,
pero no se prive, adelante.
Si
le apetece un buen cigarro, un purito pongo por caso, no se amilane ni se
sienta un delincuente por esas barbaridades de las cajas rotuladas.
Si
le pone un pelotacito, échese un traguito con quien le apetezca estar a
gustito.
Y
no use la cama solo para dormir, haga alguna guarrindongueria Española, que
diría el de La Calzada a la parienta o al pariente de vez en cuando. Con
control, con seguridad.
Les
explico, los monjes, benditos ellos, que inventaron la destilación del “acqua
vitae”, (ya saben que hay dos tipos de bebidas, las fermentadas tipo los vinos,
extraordinario elixir mil milenario, y las decantadas o destiladas, que eran
llamadas bebidas blancas y Aguas de vida), eran recomendadas, pero su consumo
no deberia de pasar de un “dedal” al día. Si ,de los de coser y no pincharse el
dedito.
Es
cierto, en esas dosis la Ginebra por ejemplo es algo grandioso lo benéfica que
resulta. Al parecer los ingleses y sus más altas instancias no comulgaban con
esos dedales y usaban barrilitos, pero ahí está el truco. M o d e r a c i o
n. Relea el Párrafo 2.
Winston
Churchill decía, que para que un cocktail Martini – sí, ese de Bond, agitado,
no batido-, hacían falta 4 elementos, la ginebra, la gotita de limón, la
aceituna(prescindible) y una botella de Vermouth blanco, llena, bien fría y que
estuviese cerca, muy cerca, pero sólo cerca.
Bromas
aparte, por favor, que ya ven que no somos nada ni nadie y como se evapora la
bolsa, y como caen las propiedades y como se pasa la vida. Si lo sabré yo que
procuro estar en todas partes que se cuecen habas a cazos y a calderadas.
Cuide
de su familia, de sus amigos y haga un “Light Retox”, ligero, somero, suave,
exquisito, pero no se prive.
Si
engorda un poquito, tampoco pasa nada, pero que sea de algo rico, exquisito.
Haga ejercicio, eso sí, no lo olvide, y controle el azúcar que es lo peor. Por
lo demás viva y disfrute.
A
reflexionar.
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