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domingo, 5 de agosto de 2018

NTRA. SRA. DEL CARMEN Y LOS REALEJOS


Javier Lima Estévez. Graduado en Historia por la ULL

Un año más, el municipio de Los Realejos ha sido escenario de la celebración de un intenso mes de Julio marcado por numerosas actividades de carácter religioso, cultural, deportivo e incluso gastronómico. Los actos se inician cada año con la bajada de la imagen de su camarín. Desde el bello templete, Agustín Vicente Rodríguez Siverio, miembro de la cofradía y cuya vida ha estado muy ligada a la imagen del Carmen por diversas circunstancias, ofreció un magistral pregón, combinando los apuntes que registró su madre en un diario con los recuerdos de su infancia y juventud bajo la Virgen del Carmen.

Las fiestas tuvieron en esta ocasión un reconocimiento al escultor responsable de la venerada imagen realejera; Antón María Maragliano, a través de la colocación de una placa. La cultura estaría presente en numerosas ocasiones con referencias al conocimiento del pasado del municipio desde diversos puntos de vista gracias a la participación de los historiadores Eduardo Zalba González, Manuel Jesús Hernández González, Germán Francisco Rodríguez Cabrera y Miguel Ángel Gómez Gómez. Muestras que se completaron con un interesante recorrido fotográfico bajo el título “Retratos de María. Fotografías de Ntra. Sra. del Carmen de Los Realejos”. Y de la investigación y la imagen fotográfica la historia se materializó también en un bello homenaje a las Reinas, Princesas del Mar y otros títulos, destacando la ardua labor de Carmen Ana y Manuel Jesús en el asesoramiento histórico para rendir un justo y esperado homenaje a las mujeres que han obtenido títulos a lo largo de la historia de las Fiestas del Carmen.  

El deporte también ocupa un marco privilegiado en el mes dedicado a la venerada imagen, y en el marco de las fiestas se desarrollaron carreras urbanas, partidos de fútbol sala y una nueva y esperada edición del Cinturón Ciclista El Carmen, cuya celebración alcanza ya el número 62.

La música también marca cada año una pauta especial, destacando el II Festival Atabara “Surcando mares”. Al mismo tiempo, una vez más tendría lugar el memorial Manuel Plasencia, reuniéndose tres bandas musicales para recordar al destacado director realejero. La música también estaría presente en otras ocasiones a lo largo del mes tal y como llegaría a ocurrir con la escuela de pulso y púa. Asimismo, el XVII Festival de Zarzuela también sería de enorme relevancia, siendo en esta ocasión una oportunidad única para disfrutar de la obra “Gigantes y Cabezudos”, representando la música y la puesta en escena una magnífica intervención. Igualmente el Festival de Habaneras también cosecharía gran éxito. El broche de oro en el apartado musical estaría a cargo del grupo Tigaray. Agrupación que ha cosechado numerosas alabanzas y cuya voz y música se desplegaría en la plaza de San Agustín a través de grandes éxitos musicales junto a los artistas Chago Melián y Mayelín Naranjo.

De las procesiones que giran en torno a la Virgen del Carmen cada una de ellas tiene un protagonismo especial y todas marcan y definen algo en el sentir de aquellos que acuden con fervor a seguir su estela. El día 16 tendría lugar la procesión a Realejo Bajo y su regreso pasando por la Cascabela, siendo un amplio recorrido en el que no faltan los fuegos artificiales y las loas y cantares a la Virgen. Por su parte, el día 22 se desarrollaría la procesión hasta La Carrera, representando una muestra de fe en la que la emoción, el recuerdo y la unión de los vecinos de tal rincón realejero se materializa de forma muy intensa. El día de la Octava del Carmen marca una fecha especial en el calendario para los realejeros y los portuenses, cargando éstos últimos a la imagen. Una procesión histórica en la que cada año los marinos cumplen y renuevan un compromiso que supera varios siglos. Misma fe se palpita el Lunes del Carmen, bajo el acompañamiento de numerosas autoridades, tanto civiles como militares, que acompañan a la Virgen por el recorrido de costumbre.

Son, pues, aportaciones que permiten advertir el esfuerzo, la constancia, el trabajo y la entrega de numerosas personas que rinden culto a Nuestra Señora del Carmen de Los Realejos.  

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