Bienvenidos al Diario del Valle

SEARCH

martes, 10 de mayo de 2022

PERSONAJES RAMBLEROS

Pedro Ángel Gómez Barreto

DON ISMAEL PEREZ, MAS QUE UN BUEN CARTERO

VILLA DE SAN JUAN DE LA RAMBLA

Hemos querido sensibilizar a las nuevas generaciones de rambleros y rambleras y dar a conocer la trayectoria profesional y humana de diversos personajes que, a lo largo de la historia de la Villa de San Juan de la Rambla, fueron ejemplo de realizar sus labores profesionales de forma brillante, además de añadir su calidad humana y generosidad, motivos más que suficientes por los que se ganaron el respeto y admiración de todo el municipio. Y en este serial de protagonistas de la historia viva de esta Villa ramblera no podíamos obviar a un personaje destacado que, para muchos vecinos, solo con verle suponía un brote de esperanza y alivio por conocer noticias de los familiares emigrantes en las américas. Este protagonista de nuestro relato es, nada más y nada menos que, Don Ismael el cartero, como ampliamente se le conocía.

Don Ismael Pérez Pérez, natural de esta Villa, vino al mundo un 12 de marzo de 1923, en su casa de la Calle La Pascuala, núcleo urbano de San José. Se casó con doña Lucrecia Martín Borges y tuvo tres hijos, habiendo sufrido la trágica pérdida de su hija mayor, cuando apenas contaba unos pocos días de nacida. Desde muy joven, sin haber contraído matrimonio, fue cartero y dedicó toda su vida a esta noble profesión de la que era un enamorado y que le proporcionó un amplio conocimiento de todos los rincones de San Juan de la Rambla y de sus vecinos.

Hoy en día, veinticuatro años después de su fallecimiento, ocurrido cuando contaba 75 años, sigue siendo muy recordado y su destacada labor permanece en boca de los mayores del municipio que relatan con nostalgia y lágrimas en sus ojos, tanto bien que hizo en vida nuestro protagonista.

Don Ismael fue un cartero de los que hoy en día es muy complicado poder encontrar. Recogía muy temprano la correspondencia en la Oficina de Correos, situada entonces en el casco histórico de San Juan de la Rambla, para luego realizar el reparto a pie, por todo el Barrio de Santa Catalina, que pertenece al municipio de La Guancha pero que desde siempre han estado muy vinculados con la Villa ramblera, para luego continuar por todos los barrios altos de San Juan de la Rambla. Y todo ello a pie, por caminos pedregosos, embarrados, de difícil acceso, pero la valentía, el pundonor y su gran humanidad le proporcionaba superar cualquier obstáculo para llegar a su cometido: entregar las cartas a los vecinos que aquí habían quedado expectantes de conocer noticias del porvenir de sus familiares emigrados, pues al ser una época muy difícil y la tremenda inestabilidad económica de las familias obligaban a muchos cabezas de familia a emigrar sobre todo a Cuba y Venezuela. Por esta razón, cada día, los vecinos conocedores de su ritual de trabajo, esperaban ansiosos en sus ventanas y portales el paso de “Don Ismael El Cartero”, ávidos de conocer si recibían cartas de sus familiares.

Ya no solo el tremendo esfuerzo físico que suponía día tras día madrugar, bajar caminando al Casco a recoger la correspondencia y de nuevo hacerse al camino para repartir las esperadas cartas; sino que además, en la mayoría de ocasiones, supo sortear asimismo direcciones incorrectas o nombres incompletos de vecinos, doble trabajo que para Don Ismael, repartidor de  amabilidad y cordialidad, hizo que jamás devolviera una carta hasta que sus pesquisas dieran con el destino de la persona en cuestión.

Podríamos estar hablando largo tiempo de ejemplos de cometidos, pero resumamos los más destacados: el talante excepcional de Don Ismael, le llevaba no sólo al reparto diario a pie de las cartas a los vecinos, sino que, además, hacía los pagos de las pensiones a los pensionistas de la zona; e incluso, de manera altruista subía a la zona alta los medicamentos necesarios para las personas impedidas que no podían bajar a San Juan casco, para comprarlos a la única Farmacia que por entonces contaba el municipio; o del traslado de paquetes de personas de avanzada edad, de un lado a otro del municipio. Y como broche de oro a su noble y grande gestión personal también daba lectura de cartas a aquellos familiares que no sabían leer o tenían dificultades de visión. Todo un portento, Don Ismael, de generosidad y amabilidad, con un enorme talante profesional, seriedad y de ayuda a los demás que, desempeñó en varias ocasiones la presidencia de las populares Fiestas de San José.

Tal fue su dedicación a su trabajo y a fin de completar en el mismo día el reparto de la correspondencia, que llegaba a su casa en horas de la noche, y apenas disfrutar de su familia.

En los últimos años de cartero, antes de jubilarse en 1988, contó con la estrecha colaboración de su hija María Dolores que aportaba su vehículo particular para facilitar el reparto de correspondencia.

Como mérito a tanto bien que hizo Don Ismael “El Cartero”, tiene rotulado con su nombre una calle de la Villa de San Juan de la Rambla en la Urbanización Los Toscales, como reconocimiento a su esfuerzo a tan grande generosidad

Pedro Ángel Gómez Barreto

Cronista oficial de la Villa de San Juan de la Rambla

No hay comentarios:

Publicar un comentario