Yo nunca supe del silencio sin las voces
bajo la almohada
Nunca supe ser
vestido de la soledad
Fui el alma
Nunca supe ser
afonía de la voz
Fui su grito
No supo de reservas mi corazón
Se quedó mendigo
Ahora soy las voces bajo la almohada
El alma de la soledad
El grito de la voz silencia
Soy el invierno que apagó el fuego
temeroso de no ser cuando pudo ser.
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