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miércoles, 18 de agosto de 2021

DEJANDO MEMORIA DE LA CRUZ DEL GUINDASTE - LOS REALEJOS

José Peraza Hernández

Reciente, he visto publicados unas líneas, del amigo realejero,  Miguel Ángel Pérez Padilla, quien lleva su página “Los Realejos. Historia, costumbres y tradiciones”. Quien hace mención a la Cruz de hierro liso, con su adorno con dos tres bolas en la cabeza y en cada brazo, la que fue incrustada, en la coma del rico de la mar,  conocido por el “Guindaste y la entrada a la Laja”. Visto su mención, cosa que respeto, y quiero yó, hablar sobre él recuerdo de mi época. Esté lugar, se podía ir por la bajada  a la Ermita de San pedro, por una ladera, cercana a la Chozas de San Pedro, como también podía irse a la derecha, donde podías ir a la Plaza del Socorro. Donde era un niño, se podía ir de un lado, a otro. Por sus callados y piedras, y viceversa, del Guindaste a la Playa ya manifestada. ¿Qué tiempos, aquellos?

El que pasara el charco, tenía que conocerlo, cómo, saber muy bien nadar, y el que pasaba el charco, pasando la entrada, para ir a la roca conocida por la Laja, tenía que saber bien nadar como saber cortar las corriente, era muy peligro. 

En esta zona del Guindaste, había unas cuevas, donde por las circunstancia que fuese en aquéllos años, tenían varias personas, esas cuevas, donde resguardaban sus lanchas, como sus neceseres.

En éste lugar, tan encantador, con sus aguas trasparente, cómo brillantes, también venían muchas familias, con sus hijos, traían las comidas los domingo cómo los festivos. Se hacían las caseta entre las rocas, colocando a los más pequeños, baja de las misma, las que eran forradas con sabanas. Que bellos tiempos, recuerdo que los vecinos venias desde el Realejo alto, las Toscas de romero, como otros lugares cercanos, los que venían caminando, bajando por el camino, llamado Las Cañitas, las Tenerías, unos tomaban el camino de Siete Fuente, los que llegaban a la carretera general, tomado la carretera general en dirección al barrio de San  Vicente, y desde aquí, a la ermita de San Pedro, y, otros a la Playa del Socorro. Otros de los llenazos eran por la fiesta de San Vicente, como por la Fiesta de San Pedro.    

Pasamos hacer mención a la Cruz de hierro. No cabe duda qué, en los años de mi niñez, chicha cruz estaba entera, es verdad, que el salitre del mar, se come todo lo que esté cerca a la mar.

Como dice el amigo José Antonio Pérez Siverio, no cabe duda, que para algunas cosas, el tiempo pasa, como la brisa, a fecha de hoy 16 de agosto de 2021, hace 35 años, de la colocación de la actual Cruz del Charco del Guindaste, en sustitución de una anterior. Fue colocada por su padre, con la ayuda de José Antonio Pérez, aunque él sólo tenía 12 años. El 16 de agosto de 1986.

Se cree que la cruz se puso por primera vez a raíz del desgraciado accidente que causó la muerte de un vecino de la zona, llamado Vicente Hernández Siverio, el 29 de junio de 1910 (Día de San Pedro).

De esta forma, va quedando historia, para posteriores generaciones.

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