Evaristo
Fuentes Melián
Ha
fallecido hace unos días Orlando Lima, un caballero en su andar por la vida,
modestamente, pero con inquietudes culturales. Fue junto con Neno Casanova,
fallecido recientemente, Antonio Lechado, RIP hace un par de años, y Santiago
Lechado, aquí presente en nuestro entorno terrenal de ahora, quienes aprendimos
entre otros a jugar al billar clásico en el Liceo de Taoro viejo, a pie de
calle de San Agustín, entrando a la derecha, planta baja.
Nuestro
maestro fue un andaluz aposentado en la
Villa, don Emilio Luque Vizcaíno, agrimensor, y por tanto sabía medir las
carambolas con exactitud manifiesta, colocando pies, manos y torso corporal en
su posición adecuada a cada carambola, ya fuera bola a bola, difíciles
'massés', corridos por banda, pasabola o de corbata.
Fueron
algunos, muchos años (al menos desde 1957 hasta los años setenta, siglo XX),
años en los que compartí mesa de billar clásico con estos señores; de unos
aprendí y con otros compartí empates en los chorizos de madera fina, de la
tabla marcador vertical colgada en la pared lateral.
Guardo
muy gratos recuerdos. Así pasábamos las tardes / noches de aquellos felices
días en que alternábamos el cine con el billar clásico, cuando no había llegado
la tele, avasalladora tele, a Canarias.
Lo
siento. Sentido pésame.
Espectador
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