Lorenzo de Ara
Escribe Pablo Simón que
"más vale compartir la derrota con los amigos que la victoria con los
extraños o los indeseables". ¿Verdad que sí? Es como elegir la soledad
antes que la masa. La oquedad del sufrimiento antes que la compañía de la
nimiedad hecha altanería. Pasados los años algunos aprendemos la lección.
Dejamos atrás la miseria de decir hola a quien nos dispensa con su mirada
siempre acusadora. Esos extraños e indeseables que han estado alrededor nuestro
a lo largo de todos los segundos de nuestra vida. Reteniéndonos en su mundo, en
su verdad. Y de repente, quizás liberado de ataduras porque lo has perdido todo
(también la salud), ya no hay temores, no hay hipocresía que meterse en la boca
para seguir tratando a petulantes.
Mi derrota absoluta la
comparto con mi sombra. Y mi final es tranquilo. Sereno. Ante el dolor una
sonrisa. Pero nunca más la compañía de los diletantes....................................................................................................................
La gran pregunta que se
hace el hombre desde el comienzo de los días. ¿Por qué me has abandonado? El
tormento del ser que tiene miedo, que duda, que es consciente de su debilidad,
pero que no quiere saberse solo en un mundo hostil. Y son esas preguntas las
que más nos acercan a la verdad. Preguntas que ineluctablemente nos aproximan a
Dios. Hay ateos que abrazan a Dios todos los días y creyentes que se alejan de
él aunque viven en una permanente jaculatoria. Como el fariseo que oraba altivo
y daba gracias a Dios por ser quien era y no ser como aquel otro. Y el
samaritano, consciente de sus pecados, agachaba la cabeza y en la intimidad hablaba
con Dios de verdad. Ni que decir que este último sí fue escuchado...................................................................................................................
"¿Cómo distinguir
la verdad de la mentira dentro de la cacofónica conversación planetaria?",
se pregunta Eric González. Diálogo de besugos. Y una sociedad sorda. Lobotomía
en la pasarela de la estulticia. La sociedad peor informada ante el tsunami de
noticias. 140 caracteres resumen una vida. A eso llega una civilización autodestructiva.
Del árbol a la cueva. De la cueva a la hoguera. De la hoguera a la imprenta. De
la imprenta a Internet. Descendimiento al infierno........................................................................................................................
"Algo así como que
la pobreza es una plaga que nos cae del cielo y que no hay más remedio que
convivir con ella, cada uno apañándoselas como pueda, hasta que un día ese
mismo cielo decida acabar con ella." Acertadamente Carlos Elordi lo deja
escrito en eldiario.es de Ignacio Escolar. Su artículo es como siempre una
apuesta inequívoca por lo que él y otros se empeñan en llamar nueva política y
nuevas herramientas para llevar a cabo el ansiado liquidacionismo de todo lo
que tiene que ver con la Transición de 1978.
Malo, pero legítimo. Es consustancial a nuestro sistema. Pensar y
expresar con libertad lo que uno quiere para sí mismo y sus semejantes. Pero la
frase entrecomillada no está alejada de la verdad. Cruzarse de brazos es un
crimen. Y quienes abogan por la destrucción del Estado lo hacen a sabiendas de
que dejarían atrás a millones de seres humanos.
Cuán cerca estoy
siempre de los que piden, exigen y trabajan por consolidar el Bien Común,
llamado también Estado del Bienestar. Sanidad y Educación pública de máxima
calidad. Sistema de pensiones. ¿Qué me diferencia, pues, de Elordi y de tantos
otros? Que ellos a través de lo viejo (esta vez sí) pretenden espantar a los
depredadores.
Nada más viejo ni más
cruel que el comunismo o el socialismo del siglo XXI. Nada con menos humanismo
que adorar el dinero y hacer viable que retornen los viejos demonios del siglo
XX...............................................................................................................................
“A Ustedes, jueces,
corresponde hacer justicia, y les pido una especial atención en hacer justicia
en el campo de la trata y del tráfico de personas y, frente a esto y al crimen
organizado, les pido que se defiendan de caer en la telaraña de las
corrupciones”. Lo dijo el Papa Francisco a los participantes en la Cumbre
contra la trata de seres humanos y el crimen organizado.
"Jueces y fiscales
libres ¿de qué?: de las presiones de los gobiernos, libres de las instituciones
privadas..."
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