Esteban Domínguez
En la Villa Histórica de Los
Realejos, seguimos en fiestas. Ahora nos toca conmemorar, al la Virgen del Carmen, una
tradición que se remonta a la segunda mitad del siglo XVII, desde que esta
bella imagen llegada de Génova, que ha querido quedar en Los Realejos, y
salvada de dos incendios.
Los actos preparados
para celebrar estas efemérides, son muchos. Téngase en cuanta, que este año, se
cumplen el “50 Aniversario” de la bendición de su Santuario, y la devoción a al
Virgen del Carmen en este Valle de Taoro, a la señalada imagen mariana, es
mucha, a partir de señala año.
Ella, ha sido y es,
Faro de nuestra Fe, amparo de los navegantes, de los pescadores, que desde años
muy remotos, la han considerado como su patrona. Una imagen, que con su tierna
mirada de Madre, tiende desde la montaña al mar, su bendito manto.
A su santuario llegan
los miércoles, muchas madres, a ofrecerle de la mejor manera a sus infantes
recién nacidos, a los que se le impone el Santo Escapulario.
En el año 1952, este
convento, fue siniestrado. Allí se encontraba, el Ayuntamiento del Realejo
Bajo, la cede de la Banda
de música “La Filarmónica ”
que no solo perdió su valioso archivo, sino además sus instrumentos musicales. Recibió
hace unos años la Medalla
de Oro del Cabildo tinerfeño. Pues se considera que es la primera banda de
música de la Isla.
Muchas dependencias
municipales, estaban en dicho convento, entre las más valiosas y como es
natural, la Sagrada Imagen
de Ntra. Sra. del Carmen. Su autor es, Antón María Maragliano, una imagen, que
nunca ha querido apartarse del corazón de sus muchos devotos.
Ha llegado julio, el
pueblo de Los Realejos, celebra con toda solemnidad, a su Alcaldesa Honoraria y
Perpetua, a su Reina y Señora, la que ven los marinos reflejada en el mar, la Señora del Monte Carmelo,
la que cantan los poetas.
La de la mirada firme,
la que pasean los marineros del Puerto el día de su “Octava” por la recoletas
calles del núcleo de San Agustín, y Ella como Madre consoladora, se deja mecer,
ellos, los marinos portuenses lo hacen con cariño, con devoción, al igual que
en tiempos pasados, los hicieran de igual manera, aquellos “viejos pescadores”
que al igual, que ahora, esperan que la Virgen del Carmen de Los Realejos, baje hasta el
Puerto de la Cruz. Un
deseo, no cumplido, que duda cabe; creo que en este año en que conmemoramos el
“50 Aniversario” de la bendición de su Santuario, sea la fecha más indicada,
como para que ese deseo de aquellos pescadores, sea cumplido.
Pero la vida sigue, y
Los Realejos que es Tierra de María, festeja también otras marianas tradiciones
en honor a Maria, la Madre
de Dios y de todos los hombres.
Hablar de la Virgen del Carmen de Los
Realejos, daría mucho que decir, y no caben el las paginas de los periódicos. Y
son muchísimos los que estos días acuden a Los Realejos a venerar a la Madre de Dios y de todos los
hombres.
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