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sábado, 4 de junio de 2016

REGULEMOS INTERNET…DEMOCRÁTICAMENTE

Sheina Lee Leoni Handel
Resumen:
¡El derecho a navegar libremente en Internet! Hermosas palabras  que parecen mostrarnos un nuevo universo virtual en el cual cada uno de nosotros hemos puesto nuestras expectativas y elaborado una variedad de proyectos que concretar.
¡Pero, cuidado!, La famosa consigna: Mi derecho llega hasta donde empieza el de los demás debe  ser tenido muy en cuenta por todos los cibernautas, si se busca crear una comunidad virtual ordenada, solidaria  y responsable.
A continuación, veremos los diferentes inconvenientes que pueden suscitarse al hacer efectivo este derecho  y cuáles son las diferentes posiciones actuales relacionadas con su aplicación
Prólogo
Navegar en Internet se ha convertido hoy en algo común para la mayoría de las personas, por lo menos para una gran cantidad de nosotros.
Sin embargo, es bueno recordar, que  todavía quedan lugares en el mundo  en los cuales las personas  apenas tienen la posibilidad de acceder a una adecuada alimentación, o a una vivienda digna, o   incluso carecen de una correcta atención médica. Muchas veces, ni siquiera  pueden participar de una educación de calidad.
¿Cómo hablar entonces de navegar en Internet  a quiénes no tienen satisfechas sus necesidades básicas?
Pese a la mencionada situación estas personas no pueden desconocer  el papel que cumplen  las nuevas tecnologías en la actualidad, porque ignorarlo solo agregaría  un inconveniente más a los que ya tienen.
Estamos en la sociedad del conocimiento, no participar de dichos adelantos implicaría convertirse en excluidos o marginados sociales, en unas palabras, quedar fuera  de los beneficios económicos, sociales, culturales y políticos que si obtienen  quienes pueden gozar de estas herramientas tecnológicas.
Entrando a una Nueva Era.
Todos somos conscientes de que las Nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación han logrado introducirse e influenciar la vida de las personas  de una manera como tal vez  ningún medio electrónico lo había logrado en la  historia de la humanidad.
Sabemos también que el telégrafo, teléfono, radio y tv  han ocupado,  lugares importantísimos  en la sociedad .Y que éstas últimas siguen ocupando hoy  un lugar insustituible en la vida cotidiana de cada individuo.
 Los medios de comunicación, han favorecido enormemente la comunicación entre las personas y sociedades. Sin embargo Internet, tiene, por sus características una serie de atributos que la hacen especial, y sumamente poderoso en la actualidad.
En una  época donde todas las actividades que realizamos se eligen   en relación al tiempo de duración (cuánto más rápido, mejor), Internet nos brinda en bandeja una serie de cualidades    que la transforman en una herramienta insustituible si de velocidad s e trata.
Efectivamente, es instantánea, inmediata, simultánea, flexible y adaptable a una gran cantidad de situaciones. En definitiva, tiene todo lo que  un planeta necesita para continuar interconectado sin demora a través  de modernas  transmisiones electrónicas.
¿Por qué es tan importante Internet?
En primer lugar, es un instrumento de un valor   incalculable para el desarrollo de la educación y el enriquecimiento cultural, para la participación política, así como también para la socialización y el disfrute de nuestro tiempo libre.
Sin embargo, es tan importante como peligrosa, ya que en manos inadecuadas puede ser utilizada para explotar a las personas, manipularlas, dominarlas y hasta corromperlas.
He aquí la cuestión del asunto: ¿Es posible regular a Internet sin dañar el derecho a la libertad de expresión?
Hemos escuchado en estos últimos meses que hay muchas situaciones problemáticas  que tienen que ver con asuntos como la privacidad, la seguridad y la confidencialidad de datos, el derecho a la propiedad intelectual, la pornografía, el ciberterrorismo y más.
Sin embargo, cualquier regulación  que se pretenda realizar en este ámbito no pude desconocer el derecho a la libertad, y muy especialmente a la libertad de expresión  que todas las personas tenemos.
Vivimos recientemente la angustia por la noticia de la posible aplicación de los proyectos de ley Stop Online Piracy Act y Protect Intelectual Property  Act (SOPA y PIPA) que supuestamente tenían como misión fundamental terminar con la piratería y el robo de material protegido por derechos de autor.
Pero lo que no se mencionaba, es que traían consigo la aplicación encubierta de mecanismos de censura y vigilancia para controlar el funcionamiento de la Red, socavando su naturaleza libre y global y amenazando la libertad en línea.
Seguramente, la mayoría aquellos que nos dedicamos a producir  obras para publicar en Internet  estamos de acuerdo que debe haber algún tipo de regulación de la Red, pero tenemos que tener en cuenta dos cosas.
1-Regular no es controlar .El derecho a la libre expresión está consagrado en la mayoría de los países del mundo y en las principales Declaraciones Internacionales.
2-Además, ¿a quién le atribuimos el derecho  de regular Internet?
Seguimos avanzando….
En setiembre del 2002,  surge el Manifiesto por el ejercicio de una ciberciudadanía activa, responsable y comprometida.
Dicha  declaración  fue elaborada por el 1 congreso on line del Observatorio para la Cibersociedad, en la fecha señalada, y aprobada mayoritariamente  y en todos sus puntos. El Congreso reunió a 700 cibernautas de todo el mundo.
El propósito principal de dicha Declaración  era reivindicar el ejercicio de una ciudadanía electrónica o ciberciudadanía responsable y éticamente comprometida con el uso de las TIC, que trabajen para lograr una sociedad más solidaria, justa, libre y democrática.
Entre sus principales principios, se señala que el  acceso a la cultura, el conocimiento y la información nunca estuvo tan al a alcance de la humanidad como ahora.
Para lograr estos objetivos, se destacan 8 puntos que el mencionado autor, reúne  en tres postulados guías:
1-Proclamación de la libertad e igualdad del ciberespacio. Se propugna  a todos los gobiernos y organismos internacionales, air creando las condiciones necesarias para  que todos los seres humanos l posibilidad de ejercer su ciudadanía, lo que llevaría poco apoco a erradicar la brecha digital.
2-Fortalecimiento de la cultura cívica. Fomentar la elaboración d programas educativos en todos los niveles, que también de cultura cívica que propicien la utilización de las TIC,  y que no queden limitadas a los grupos  económicamente privilegiados.
3-Estrategias de tutela de la ciberciudadanía- Abogan por la implantación de organizaciones que protejan jurídicamente la ciberciudadanía contra las prácticas abusivas de gobiernos o empresas que lesionen sus derechos. Se propone también la denuncia de incumplimiento de los puntos contenidos en el manifiesto, con especial referencia a las consecuencias sociales que este  incumplimiento conlleva.
Declaración de Independencia del Ciberespacio
Gobiernos del Mundo Industrial, desgastados gigantes de carne y acero: vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro os pido que nos dejéis en paz en el pasado. No sois bienvenidos entre nosotros. No tenéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos.
No hemos elegido ningún gobierno, ni pretendemos tenerlo, así que me dirijo a vosotros sin más autoridad que aquélla con la que la libertad siempre habla. Declaro al espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos, ni tenéis ningún método para someternos que debamos temer verdaderamente.
Los gobiernos obtienen su poder del consentimiento de los gobernados. No habéis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado. No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera un proyecto público de construcción. No podéis. Es un acto natural que crece por medio de nuestras acciones colectivas.
No os habéis unido a nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad más orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.
Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta forma de gobierno se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente.
El Ciberespacio está formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en sí mismo, que se extiende como una onda estacionaria en la telaraña de nuestras comunicaciones. El nuestro es un mundo que está a la vez en todas partes y en ninguna, pero no está donde viven los cuerpos físicos.
Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento.
Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado mediante el silencio o el conformismo.
Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia. Aquí no hay materia.
Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos conseguir orden por coacción física. Creemos que nuestra autoridad emanará de la moral, de un progresista interés propio, y del bien común. Nuestras identidades pueden distribuirse a través de muchas de vuestras jurisdicciones. La única ley que todas nuestras culturas reconocerían es la Regla Dorada. Esperamos ser capaces de construir nuestras soluciones particulares sobre esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que estáis tratando de imponer.
En Estados Unidos hoy habéis creado una ley, el Acta de Reforma de las Telecomunicaciones, que repudia vuestra propia Constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, De Tocqueville y Brandeis. Estos sueños deben renacer ahora en nosotros.
Os atemorizan vuestros propios hijos, ya que ellos son nativos en un mundo donde vosotros siempre seréis inmigrantes. Como les teméis, encomendáis a vuestras burocracias las responsabilidades paternas a las que sois demasiado cobardes para enfrentaros por vosotros mismos. En nuestro mundo, todos los sentimientos y expresiones de humanidad, desde las más viles a las más angelicales, son parte de un todo único, la conversación global de bits. No podemos separar el aire que asfixia del aire sobre el que se baten las alas.
En China, Alemania, Francia, Rusia, Singapur, Italia y los Estados Unidos estáis intentando rechazar el virus de la libertad erigiendo puestos de guardia en las fronteras del Ciberespacio. Éstos podrán impedir el contagio durante un corto tiempo, pero no funcionarán en un mundo que pronto estará cubierto por los medios de transmisión de bits.
Vuestras cada vez más obsoletas industrias de la información se perpetuarían a sí mismas proponiendo leyes, en América y en cualquier parte, que asegurarán poseer la facultad de la expresión en sí misma por todo el mundo. Estas leyes declararían que las ideas son otro producto industrial, no más noble que el hierro oxidado. En nuestro mundo, sea lo que sea lo que la mente humana pueda crear, puede ser reproducido y distribuido infinitamente sin ningún coste. El trasvase global de pensamiento ya no necesita de vuestras fábricas para ser realizado.
Estas medidas, cada vez más hostiles y colonialistas, nos colocan en la misma situación en la que estuvieron aquellos amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que luchar contra la autoridad de un poder lejano e ignorante. Debemos declarar nuestros «yos» virtuales inmunes a vuestra soberanía, aunque continuemos consintiendo vuestro poder sobre nuestros cuerpos. Nos extenderemos a través del planeta para que nadie pueda encarcelar nuestros pensamientos.
Vamos a crear una civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea más humana y hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado hasta ahora.
Davos, Suiza el 8 de febrero de 1996 por John Perry Barlow,
Conclusión:
Hemos tratado de hacer ver la importancia que tiene Internet para el desarrollo integral de todas las personas.
Esto implica, que este derecho, debería llegar a todos los seres humanos sin ningún tipo de distinción, cosa que en el momento actual  no se ha dado.
Muchas naciones  están excluidas de  este proceso de adquisición de conocimiento, especialmente las sociedades más pobres, lo que llevará a que sigan siendo marginadas del mundo del conocimiento, y por ende de la participación mundial  si continúan sin acceder al Ciberespacio.
En una palabra: Alcanzar  Internet es un paso decisivo en el avance de los sistemas de información y comunicación a escala planetaria, pero para que este trayecto sea beneficioso para todos, requiere que llegue realmente  a todos los puntos del planeta. Y necesita además una regulación ética y solidaria, donde ningún  derecho sea menoscabado.
El objetivo está planteado, el trayecto recién comienza...






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