La organización
ecosocialista considera urgente sacar a Tenerife del vagón de cola en la
gestión de residuos.
El ayuntamiento de Arico ha dejado de ingresar 58 millones de euros por
la incumplida promesa de la peseta por kilo
Sí se puede ha hecho pública esta mañana una
reclamación ante el Cabildo de Tenerife para que Arico sea compensado por el
uso del vertedero tal como se estableció en un acuerdo al comienzo del uso del
PIRS en este municipio del sur de Tenerife, en el que se entregaba a Arico una
peseta por kilo de residuos depositados en el complejo ambiental.
El municipio ingresa en 2016 700.000 euros,
lejos de los 2'4 millones que ingresaba en 2001, pese al aumento de residuos en
el vertedero. La reclamación se basa en que la promesa del kilo por peseta de
basura no se está cumpliendo y son 58 millones de euros los que debería haber
ingresado el municipio, casi ocho veces el presupuesto municipal.
Asimismo, el concejal de la organización
ecosocialista en el Ayuntamiento sureño, Sebastián Martín, y el portavoz del
comité local de Sí se puede en Arico, Víctor García, intentaron este jueves
mantener reuniones con todos los grupos políticos representados en la
corporación insular: Partido Popular (PP), Partido Socialista (PSOE), Coalición
Canaria (CC) y Podemos, con la intención de explicar la iniciativa. Finalmente,
los representantes de Sí se puede en Arico se reunieron con los consejeros Ana
Zurita, del PP, y Fernando Sabaté, de Podemos. “No hemos podido reunirnos con
CC ni con PSOE, porque no nos han recibido –apuntó Sebastián Martín–, sin
embargo, tendrán que pronunciarse sobre el asunto tanto en el pleno del Cabildo
como en el Parlamento de Canarias”.
“En Sí se puede consideramos que estamos ante
una deuda histórica flagrante, ya que, según el acuerdo peseta/kilo se le deben
58 millones de euros al ayuntamiento de Arico; es una deuda que no ha sido
pagada”, informó Víctor García. El portavoz ecosocialista calificó de “curioso”
que mientras en 2001 la compensación al municipio superaba los dos millones de
euros, el Cabildo ha establecido una cuantía de algo más de 700 mil euros para
2016.
“¿Por qué esta bajada si el vertedero es más
grande y si el municipio está más afectado desde el punto de vista
medioambiental y económico?”, se preguntó García en la rueda de prensa
celebrada esta mañana para anunciar la iniciativa ecosocialista. El portavoz
subrayó que “no se sostiene desde ningún punto de vista que Arico, con un PIRS
muchísimo más grande, ahora reciba muchísima menos compensación” y recordó que
“las tasas se basan en el coste de los servicios, en la afección que pueda
haber en el municipio por el impacto medioambiental y paisajístico y en las
dimensiones del PIRS, que ha ido creciendo”.
García aprovechó la oportunidad para
responder al consejero de Medioambiente del Cabildo, José Antonio Valbuena, que
“en Arico no se conocen las inversiones en infraestructuras” con las que el
responsable insular ha asegurado que se ha compensado al municipio.
El objetivo de la reclamación consiste en
iniciar un diálogo “en el que tienen que sentarse todas las fuerzas políticas”,
apuntó Martín, no tanto la devolución de la deuda histórica. “Es necesario
dialogar y evidenciar que se trata de tomar decisiones de política insular y
autonómica”, indicó el concejal.
En esa misma línea se expresó el miembro de
la Comisión Permanente de Sí se puede en Tenerife y portavoz en materia
medioambiental, José María Fernández-Palacios, quien aseguró que “la gestión de
los residuos es un asunto que trasciende el ámbito municipal y tiene carácter
insular”, donde la situación “es muy compleja, porque, pese a ser la isla más
grande y más habitada del Archipiélago, pese a tener posiblemente la naturaleza
más diversa, Tenerife va en el vagón de cola en reciclaje en Canarias y en el
Estado. Eso quiere decir que estamos haciéndolo mal”, sentenció.
Fernández-Palacios insistió en que “algo está
fallando y a nosotros nos preocupa muchísimo; hay que pensar muy seriamente y
tomar decisiones políticas”, dijo, para llamar la atención sobre que la primera
medida que se debe adoptar es “reconsiderar el modelo de gestión de residuos,
en los que Tenerife debería dar ejemplo al resto del Estado precisamente por su
singularidad y por los riesgos derivados de la generación de recursos en un
limitado territorio insular”.
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