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sábado, 25 de enero de 2025

HOMENAJE EN LÍNEAS EN HONOR A: Don Luis Martín González.

José Peraza Hernández                         

El tiempo pasa volando, y mirando el baúl de los recuerdo, encontré diversas entrevistas, las que voy a recordar, esos momento que hice a nuestro amigo y vecino, del conocido lugar por “Las Cabezas”, de esta ciudad de Puerto de la Cruz. Dicha entrevistar vio la luz el día 14 de Mayo de 2007, que publique en mí “Diario del Valle” y “La Vera Paso a Paso”.

Quiero añadir esos comentario y la imagen, para que, aquellas personas, puedan recordarle a nuestro protagonista de hoy, cómo también lo hice con varios amigos realejeros.

 “ERMITA CRUZ VERDE “LAS CABEZAS” PUERTO DE LA CRUZ

“Recordando el Pasado”

Ermita conocida por La Cruz Verde, fue construida al principio de la Calle Blanco y Las Cabezas, en Puerto de La Cruz, en el año 1806, luego fue demolida en 1982, debido al proyecto de obras de Construcción de carretera y enlace conocido y llamado por “El Pulpo”, situado en Las Cabezas. Una vez terminaron las obras, procedieron a construir nuevamente la mencionada Ermita, la que empezó en mayo de 1983. El lunes 16 de octubre de 2002. Empezaron nuevas obras en la Ermita, de restauración de su fachada, con el fin de hacerla igual, como fue en aquella época, de 1806.

Un día más, procedemos a indagar, para conocer a nuestros amigo/as, vecino/as, quienes nos van a enseñar con más detalle y paso a paso, donde vamos a “Recordar el pasado”, hoy hablamos con nuestro protagonista, don Luis Martín González, (como pueden ver en esta imagen sentado junto a la Cruz y Santa Rita), nació en este Puerto de La Cruz, el día 20 de noviembre de 1934. Quién nos va a narrar la historia desde su niñez, quien ha estado al pie y entorno a este lugar de la Ermita de Santa Rita, que se encuentra albergada en el interior de esta Ermita de la Cruz Verde, en Las Cabezas, de esta ciudad de Puerto de La Cruz.

La Ermita de aquella época, que el recuerda, era mucho más pequeña que la actual, donde se encontraba más arriba, que de donde se encuentra hoy. Aquí se hacían grandes fiestas cada año en el mes de mayo.

Fue aprobado el proyecto general, y deciden hacer “El pulpo”, con varios accesos, por tal motivo, fue demolida dicha Ermita. Visto esta situación, se reunieron y hablaron con el Sr. Alcalde de aquel entonces, don Felipe Machado, a quien le solicitaron un terreno para hacer la Ermita. Efectivamente cedió el terreno gratuitamente, doña María Yánez Barrios, procedió hacer la mencionada Ermita, con las aportaciones de la comisión de fiesta, vecinos y vecinas de ese lugar y con ayudas de otros entornos, donde participó también el Ayuntamiento. De esta manera volvió a renacer la Ermita. 

Doña María Yánez Barrios, tenía una imagen pequeña de Santa Rita, pasados unos años, un hijo de doña María, llamado Norberto Castilla, compró la Imagen que se encuentra albergada hoy en esta Ermita. A raíz de aquí, fue retomando el nombre por todos los vecinos como la Ermita de Santa Rita. Pero hay que decir que, el nombre verdadero es la “Ermita de la Cruz Verde”. 

Pregunto a nuestro amigo don Luis Martín González, porque le llaman la Cruz Verde, cuando en realidad la Cruz es blanca. Don Luis me comenta que, siempre la puerta de entrada ha sido pintada de verde, y de aquí le viene el nombre de la Cruz Verde. 

Esta Cruz, siempre es enramada cada tres de mayo, ya que es el día de todas las Cruces, luego, se vuelve a enramar el día 22 de Mayo,  día de la Virgen de Santa Rita, (Patrona de los Árbitros de Fútbol del Norte), donde se celebra la Santa Misa, por el Reverendo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. De esta ciudad portuense. 

Me cuenta como dato a destacar, y digno de recordar, que la última fiesta celebrada en este lugar, fue en el año 2002., le pregunto, porque no se siguió realizando dichas fiestas, me comenta, que el motivo fue el cansancio, los pocos vecinos que van quedando en este lugar, otro de los inconveniente, es el crecimiento del tráfico etc. 

A raíz de este momento, nuestro amigo Don Luis, se hace cargo y responsable del mantenimiento de la Ermita, en cuanto se refiere a enrames de flores, limpieza y otros cometidos que lleva esta responsabilidad. 

Decía don Luis, que doña María Yánez Barrios, le dijo a su hijo don Juan Castilla, que se hiciera cargo del mantenimiento de la mencionada Ermita. Este, se lo deja a su íntimo amigo, vecino desde su niñez, que se hiciera cargo nuestro amigo Luis Martín González. Ya que este vivía allí, Juan Castilla se tuvo que trasladar. 

Decía don Luis, que aquellos años, cuando se hacían las fiestas, donde se encontraban cantidad de ventorrillos o chiringuitos, de todo tipo, se vendía carne cochino, carne cabra, conejos, papas arrugadas y pinchitos, donde no faltaba el vinos tinto y el gofio, siendo enramados y decorados  esos chiringuitos o ventorrillos de hojas de palmeras, los mostradores era dos bidones con unas tablones, son tiempos que le hacer recordar a su niñez, luego había turroneras que venían de Tacoronte.  La Santa Misa, y luego salía la procesión de la Santa Cruz, la que iba recorriendo a hombros por aquellos caminos y Calle hasta llegar hasta el barrio de San Antonio, claro, eran esos años, donde eran todo casi de tierra y pocas asfaltadas. 

Al año siguiente, la procesión tenía otro recorrido, era llevada hasta la misma  Parroquia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, y así sucesivamente, año tras años, mientras duró esta fiesta histórica. Ya en estos últimos años, todo ha cambiado, ya hay mucho más tráfico, y no es lo mismo. 

Con estas líneas hemos hecho memoria de aquella época, que muchos recordarán y que lo vivieron, de igual manera, estas líneas quedaran como hulla, no solo para nosotros que estamos hoy aquí, quedarán para las futuras generaciones que están por venir.

Ha sido una pincelada en la historia de nuestro protagonista de hoy, Don Luis Martín González. Desde aquí, mil gracias. Ahora, me pregunto, quien será el próximo/a, protagonista. Seguro que lo sabrán, el próximo día. Qué dios los bendiga.

Por último, yo me despido de Don Luis Martín González. Deseándole a él, y a todas su familia, que duren muchos años más, y que sean muy felices. Agradeciéndole su amabilidad, su paciencia por atenderme, en esta pincelada para el recuerdo, donde queda Homenajeado con estas líneas, mil gracias de todo corazón.

En este caso de hoy, nuestro querido y apreciado amigo, ya no está entre nosotros, seguro que está descansado en la gloria de Dios. Le envió un fuerte abrazo al cielo. Descansa en Paz, mi más sentido pésame a toda su familia y allegados. Hasta siempre.

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