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jueves, 29 de junio de 2023

PRIMERA PANADERÍA DE LA CALLE NUEVA DE PUERTO DE LA CRUZ

HISTORIA DE LA PRIMERA PANADERÍA DE LA CALLE NUEVA DE PUERTO DE LA CRUZ

José Peraza Hernández                                                           

Dejando memoria, y para eso, hablamos con el amigo y conocido Miguel Rodríguez y Rodríguez, nació 25 de mayo de 1935, hijo de Miguel Rodríguez Bethencourt y de Gloria Rodríguez Coello. Preguntamos por su primer trabajo, me dice que fue de aprendiz de panadero, donde su abuelos don Francisco Rodríguez Méndez y su abuela doña Aurora Coello Rodríguez. Eran propietarios de la panadería de leñas, cómo otras muchas más, de esa época. Está se encontraba situada, a principio de la Calle Nueva de Puerto de La Cruz. Núcleo cercano al barrio de San Antonio, de esta ciudad marinera portuense.

Hay que decir que, en aquellos años. Lo del nombre “Calle Nueva”, fue posterior, en un principio era un camino real, el que, nace en la cumbre y desemboca en la mar. No solo era esté caminos, eran todos. El nombre de Calle Nueva, le vino cuando reparan ese camino, el que era de tierra y piedras, una barranquera. A partir de la reforma, el que fue empedrado. A partir de este momento, tomo el ese nombre, Calle Nueva, desde la carreta general, hasta el final de la calle. Hoy día, termina junto a la Asociación de Vecinos “Agloxina”.

Los historiadores creen que son los egipcios los que inventaron el pan en el “V milenio” antes de nuestra (...) La leyenda cuenta que un panadero egipcio muy distraído. Donde dice que (la distracción es a veces el origen de los grandes sabios y hallazgos) habría olvidado su masa de cereales en un rincón en lugar de cocerla(…)

Miguel, trabajo desde muy joven, me comenta que en ella trabajaba otros familiares y vecinos, cómo fueron. Fráncico y su esposa Luisa, Domingo, Gloria. Luego el maestro panadero era José, Manolo y Pacheco, la Señora que vendía el pan, por las calles, con su roscón en la cabeza, y sobre ese, una gran cesta de bimbre, quien estuvo muchos años recorriendo casas, calles y caminos esta fue doña Dominga.

Me comenta que recordaba, que había un horno, pero que su abuelo,  contrato a un albañil, que era del lugar conocido por “Los Cuartos” de La Orotava. Donde el barro, lo iban a buscar a Tacoronte. De esta manera hacían los ladrillos pata hacer el horno. La boca de mismo era de medio punto.  Recuerda que, desde el comienzo de la pala, donde se introducía la masa del pan, hasta el final del palo era seis metros, la que descansaba sobre dos burra de madera, pero sólo se introducía cuatro metros en el interior del horno. 

En cuanto al origen del pan, me comenta que se hacía a leña, también elaboraban pasteles y le ponían dulce de guayaba. La leña, que quemaban me dice que recordaba que venían unas personas con mulas o caballos, vendiéndola, aunque su abuelo, la tenía contratada que la traían una vez por semana.


Desde primeras horas de la madrugada, empezaban a trabajar donde preparaban sobre una larga mesas, la masa que contenía, harina y semilla, la que mesclaban, y posteriormente la amasaban con agua, de esta manera,  se formaba la masa, y se ponía sobre la mesa, donde le daban forma, todo se elaboraba a amano, aplastando la masa, luego le daba forma, para hacer el modelo del pan, el que llamaba redondo, la torta o el pan cumplido y alagado.  

Miguel, trabajo hasta que fue al servicio Militar, a su regreso, fue a trabajar de panadero, ya que era un manita, donde aprendió de los buenos maestros que se encontraba con él. Fue a la panadería de a la panadería de doña Teresa y doña Pepita Torren, la que, se encontraba en el Puerto de La Cruz. Me dice que le paga 36 pesetas, porque él era el panadero, que manejaba la pala y el horno. El resto de panaderos ganaba 30 pesetas. 

Me decía que es un trabajo bien duro, también lo era esos tiempos, posteriormente Miguel sacó el carnet de conducir, y se fue a trabajar en las guaguas de trasporte, en aquel tiempo, se llamada la Compañía “Hermanos Hernández”. Hoy día lleva el nombre es Titsa.

También en los año 1964, todo era a través de la leña, y con la leña, sacaban el carbón. En esa época, el abuelo de Miguel, don Francisco, tenía un vecino don Leocadio Bello González, quien tenía otra panadería algo más arriba, donde también se encontraba justamente en la Calle Nueva, pero está era de la parte de la villa de La Orotava, una panadería donde “hacia la competencia”, y claro esta se elaboraba el pan con sabor a leña.


Me dice nuestro protagonista de esta historia que, con el paso de los años, su abuelo Francisco, arrendo  a un Sr. francés, que la trabajo varios años, luego fue vendida al amigo y conocido por Goyo Peraza y esposa, quien la siguió trabajándola, haciendo pan, dulces y tartas, su profesión es pastelero. No cabe ninguna duda, fue poniendo todo más moderno, poco a poco. Quien le puso de nombre “Dulcería Calle Nueva”. Está permaneció abierta muchos años, hasta que se retiró. Tenías muy buena clientela.

Quiero aprovechar la ocasión, para dar las gracias al amigo Miguel, por su colaboración, de esta manera, estamos dejando historia para nuevas generaciones.

Un cordial saludo, con mis mejores deseos

José Peraza Hernández

La Vera, de Puerto de la Cruz a, 28 de junio de 2023

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