sábado, 6 de agosto de 2016

¿CON FRANCO VIVÍAMOS PEOR?

Evaristo Fuentes Melián

Con Franco en el poder, España vivió tiempos muy tristes y amargos (años cuarenta, siglo XX), pero también años de prosperidad manifiesta. En menos de diez años se pasó del hambre de posguerra a la abundancia (años sesenta), cuando muchas familias tuvieron la primera nevera, el primer coche… El progreso económico se notó en especial en los sitios turísticos de las zonas costeras, donde los vecinos naturales del lugar empezaron a gastarse el lujo de la cena de Fin de Año en hoteles de muchas estrellas, mezclados con los turistas europeos de alto standing.  

En el campo de la construcción, algunos empresarios procedentes de las clases menos favorecidas—que cuando niños tuvieron que abandonar el colegio de pago sin terminar sus estudios primarios—luego se hicieron ricos en pocos años. Pero fueron una minoría, aunque muy señalada. También fueron escasos los que emigraron a Venezuela y regresaron millonarios con su automóvil ‘haiga’. Muchos emigrantes isleños murieron en el exilio sin poder regresar.

Hay en mi pueblo, en un tramo de doscientos metros de largo de una calle de barrio marginal, en que todo son casuchos viejos, casas terreras, de escaso valor, excepto dos edificios de varias plantas, modernos, espléndidos, que fueron construidos con dinero traído de la emigración venezolana.  Y en el tema social de interdependencia personal, hubo casos flagrantes, como éste: el chofer de una familia aristocrática, de la llamada popularmente ‘gente rica’, tuvo un hijo que terminó haciéndose millonario con el negocio de los materiales de construcción. Por su parte, el viejo cacique terrateniente, al repartirlo entre varios hijos, vio diezmado su patrimonio agrícola; el hijo de su chofer es ahora multimillonario, mucho más adinerado que los hijos del terrateniente. Repito que estos son casos aislados, poco frecuentes. Salvo estas raras excepciones, el grueso del capital patrimonial con sus paraísos fiscales está en las mismas manos de siempre, una minoría minoritaria, valga la redundancia.

Y termino con un ejemplo cronológico:

Año 1936.- Juan March fabricó la avioneta ‘Dragón Rapide’, para que Franco volara desde Gando, Gran Canaria, a África, a unirse como jefe supremo al levantamiento militar.

11 de enero de 1966.- Treinta años más tarde, Juan y Bartolomé March, hijos del anterior, inauguran el hotel San Felipe de su propiedad, en Martiánez, Puerto de la Cruz. Yo estaba allí, los saludé y les di la mano.

Año 2016 en adelante. - ¿Quién tiene dinero, capital suficiente para hacer otro hotel similar al hotel San Felipe? Pues la Banca March y sus asimilados adláteres. En mi opinión, este estado de cosas, no va a cambiar. ‘Per secula seculorum'. Amén.

Espectador

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