Bienvenidos al Diario del Valle

SEARCH

miércoles, 3 de agosto de 2016

"ALTA" POLÍTICA

Lorenzo de Ara

Hombre, por favor, llegados a este punto seamos más respetuosos con el pobre Sánchez. Estamos ante las últimas bocanadas de un ser político que se sabe herido de muerte haga lo que haga. Se le nota en la mirada y sobre todo en la sonrisa de personaje de cine mudo que regala a los fotógrafos. Lo que hace el moribundo es intentar chupar cámara y escribir un par de páginas más en el libro que narra los hechos del socialismo español. Su paso por la "alta" política ha resultado ser calamitoso. El PSOE no encuentra recambio a Felipe González. A este paso, ni Susana estará en condiciones de ocupar el sillón de mando de un partido que con 84 diputados va lenta pero inexorablemente camino de convencerse de que en estos tiempos mola ser malo, cual Podemos, pero menos, naturalmente.  No siento lástima por ellos ni por las siglas. El no reiterado de Sánchez es el de un robot antihumano.  No tiene capacidad neuronal para entender que la cosa va más allá del postureo, del partido y de los militantes. Que no tiene nada que ver con izquierda y derecha. A él tal grado de complejidad política le aturde. Marea y vomita el odio frentepopulista que lleva en sus entrañas. ¿Y qué decir de Ciudadanos? Si Rajoy espera un desnudo de Rivera, mejor que lo pida en Zarzuela.

Además, si en el comité federal del PSOE aún existen dudas del rechazo que provoca el no de Sánchez y el de sus lacayos, bastaría con leer el editorial de El País, que bajo el título “Callejón sin salida” publica hoy miércoles 3 de Agosto el rotativo de Juan Luis Cebrián, descamisado por antonomasia.  Dice así: “Pero más chocante aún es la actitud de Sánchez, empeñado en conducir a su propio partido y al país entero a un callejón sin salida en el que ni deja gobernar al PP ni ofrece, al menos explícitamente, una vía alternativa para cumplir con su deseo aparente de que se forme un Gobierno cuanto antes.

Sánchez practica un juego de verdades a medias o de simples falsedades para esconder su fracaso electoral en dos ocasiones consecutivas y su manifiesta incapacidad para afrontar este crítico momento. Por un lado, invita a lo que llama “las derechas” a formar un Gobierno sobre una mayoría inexistente. ¿O es que pretende que el Gobierno de España busque su estabilidad en un acuerdo con la pretendida derecha catalana que acaba de respaldar la independencia unilateral y fuera de la ley? ¿Es esa una recomendación sincera o tal vez una manera de justificar que el propio Sánchez intente negociar con los independentistas en el caso de que Rajoy fracase? ¿Y cuál es esa mayoría alternativa de cambio de la que habla? ¿Quiénes son las izquierdas que él separa con tanta nitidez de las derechas? Qué clase de juego arcaico es ese de dividir al país ideológicamente en dos con semejante simpleza en un momento tan complejo, precisamente cuando los electores acaban de decir que quieren pactar y superar la vieja política?

Esta estrategia destila un aroma insoportable de tacticismo orgánico. Es imposible escuchar a Sánchez sin deducir que está pensando únicamente en su cálculo personal para sobrevivir como secretario general del PSOE. Y eso solo le puede conducir a fracasar en ambas tareas: ni puede razonablemente intentar presidir un Gobierno con 85 diputados y una suma disparatada de siglas, ni merece dirigir un partido al que día a día condena a la irrelevancia.

Sánchez argumenta que el PSOE es la alternativa a Rajoy, por lo que sería absurdo que le facilitase su continuidad. Pero la cuestión previa es si cabe cualquier posibilidad de desbloqueo que no pase por permitir la investidura mediante la abstención.

 Se ha dicho que abstenerse sería un suicidio para el PSOE, pero según Metroscopia, el 63% de los votantes socialistas dicen que, si fuera la única alternativa para evitar elecciones, estarían de acuerdo “a cambio de una serie de reformas pactadas”.Y se ha sugerido que Sánchez no ha descartado del todo volver a encabezar una alternativa con Podemos y los nacionalistas: para sumar los escaños necesarios habría que contar con al menos los 17 votos de ERC y la ex CDC, y en ese caso los socialistas (85 escaños) estarían en minoría frente a la combinación de populistas e independentistas (88). Eso sí que sería un suicidio.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario