Javier
Lima Estévez
A
grandes rasgos, en los inicios del siglo XX podemos observar como en La Orotava
se desarrollaron toda una serie de acontecimientos marcados por la creación de
nuevas infraestructuras, visitas de personalidades importantes o incluso
–desgraciadamente- accidentes. Toda una serie de acontecimientos que podemos
llegar a conocer a través de la prensa de la época.
En
el mes de febrero de 1921 se procedió a los trabajos de instalación de un Asilo
para Niños pobres como muestra de la preocupación desarrollada por parte del
Gobierno en La Orotava.
Un
acontecimiento clave para las comunicaciones de La Orotava con otros puntos
ocurrió el 28 de septiembre de 1921, cuando se inauguró el servicio oficial
telefónico entre Santa Cruz y el mencionado municipio. Al acto asistió el
Presidente del Cabildo, don Salazar Cologan y el Capitán General de la región,
Rodríguez Sánchez. En otros lugares de la isla baja como en Icod de los Vinos,
comenzaría a instalarse el servicio telefónico a inicios de noviembre de 1921,
mientras que en mayo de 1922 se inauguraría en Los Silos.
El
27 de mayo de 1923, la prensa recogió la noticia de un importante accidente de
un camión que cayó al fondo del barranco del Pinito, estando a punto de caer al
abismo del mismo, interrumpiéndose el paso de carruajes. Al respecto, se nos
informa como tanto el camión como las tres bocayas de vino –unos dos mil quinientos
litros- quedaron completamente destrozados. Los tres bidones de aceite no
sufrieron desperfectos de consideración siendo la carga propiedad del
comerciante de esta plaza, don Jesús Rodríguez Franco. El camión estaba
asegurado y afortunadamente no hubo que lamentar ningún tipo de desgracias
personales.
El
19 de julio de 1925, tuvo lugar la entronización del Sagrado Corazón de Jesús
en el Ayuntamiento de La Orotava.
El
28 de mayo de 1925, visitó las escuelas nacionales, privadas y los edificios
públicos, el gobernador civil, siendo acompañado éste por el alcalde, Pérez
Estrada.
El
6 de noviembre de 1925, visitó la población el gobernador civil, don Villar
Granjel y el obispo de la diócesis, fray Albino González, realizando también
una excursión a Aguamansa.
El
20 de febrero de 1927, la prensa se hizo eco de un importante acontecimiento
para La Orotava, pues terminaban los trabajos del embalse de agua de los
Señores Ascanio hermanos, unos trabajos que habían sido iniciados muchos años
atrás en las afueras de esta población, y cuyos obras fueron dirigidas desde
sus comienzo por don Raimundo Ramírez, conforme al proyecto del señor Losada y
otros técnicos. Los datos sobre el embalse muestran la magnitud de la empresa
que acometieron los señores Ascanio hermanos, pues se procedió a construir un
embalse de once mil metros cuadrados, pudiendo llevar hasta doscientas mil
pipas de agua, que tomaba de las sociedades de aguas La fuente, Empresa y Los Barbuzanos. Para la época, resultó
de gran importancia la construcción de este embalse con el fin de atender a los
grandes cultivos de plátanos existentes.
El
11 se septiembre de 1927, se anunciaron los trabajos de reedificación de una de
las ermitas mas antiguas de esta Villa, la cual había sido fundada en 1665 para
rendir culto a San Felipe, señalando la prensa de la época como el culto hacia
el mismo se había interrumpido hacía más de 80 años. El propietario en aquellos
momentos de la finca donde está enclavado el santuario era don Francisco Pérez
González, quien costeó los trabajos, que fueron dirigidos por el maestro de
obras don Diego Álvarez Casanova. Al respecto, nos encontramos con toda una
serie de características de la ermita, siendo el altar mayor de estilo gótico,
hermosa obra del escultor don Adán Bello, estando primorosamente decorado por
el pintor don Basilio Domínguez Borges. La imagen de San Felipe es una talla
antigua muy notable, que se conserva en la iglesia de Santo Domingo, y que fue
restaurada por el escultor don Nicolás Perdigón Oramas. En dicho altar mayor
figuran, además de esta imagen, las de Nuestra Señora del Rosario y San
Francisco de Asís, ambas de estilo moderno. El pequeño templo conserva la
primitiva portada de sillería, donde se destaca además como fue bendecido con
toda solemnidad, celebrándose después en su recinto la boda de la señorita Rosario
Pérez Hernández, hija del propietario de la ermita, con el abogado don Jesús
González García.
Estos
son, a grandes rasgos, algunos testimonios de una década en el municipio de La
Orotava.
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