Antonio-Pedro Tejera Reyes
UNA BRILLANTE HISTORIA IRREPETIBLE
El 27 de septiembre de 1999, celebrábamos el DIA MUNDIAL DEL
TURISMO, como apertura de la XIII Asamblea General de la Organización Mundial
del Turismo (OMT) en Santiago de Chile.
Allí, en el Teatro Municipal de Santiago, oíamos al Ministro
de Economía y Turismo, Jorge Leiva Lavalle y al presidente de la República,
Eduardo Frei Ruíz-Tagle, con sus enjundiosas y medidas palabras, destacar al
turismo como el auténtico motor del desarrollo de los pueblos, junto a la
optimista, pero mesurada intervención del Secretario General de OMT, Francesco
Frangialli.
Ha llovido mucho desde entonces. Ahí, en esa oportunidad la
Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo, aprobó el Código Ético
Mundial para el Turismo. Un significativo logro, que hoy es referencia mundial
para los hombres de bien que trabajan por el turismo.
Volver a recordar aquella excepcional ocasión, es
retrotraernos al majestuoso escenario del iluminado y lleno de banderas de más
de 140 países del mundo, Teatro Municipal de Santiago, y la regia presentación
del acto, que como preludio poético-musical,
estuvo brillantemente adornado, en esta impresionante ceremonia de
inauguración, con la escenificación de la obra “Pequeña Cantata de los Poetas
de Chile” – Gabriela Mistral, Pablo, Neruda, Nicanor Parra… - que nos transportó, durante toda la representación
a un mundo pleno de emociones, gracias a la magnífica interpretación que todos
los componentes de la obra supieron hacer de ella. “Queremos ofrecer a nuestros
distinguidos visitantes un espectáculo que tenga claros elementos de nuestro
carácter, nuestra sensibilidad, nuestros rostros y coloridos… nuestra
geografía, nuestros sentimientos, nuestros personajes… nuestra identidad
nacional.”
Así entienden en Chile lo que hay que mostrarle al visitante.
Como debe ser.
A la derecha junto
al autor, el catedrático Carlos Vogeler Ruiz, Director Regional para las Américas
de la Organización Mundial del Turismo, uno de los brillantes profe-sores de la
Maestría sobre Turismo y Cultura de la Paz, impartida en Canarias, conjuntamente
con la Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas. Año 2000.
Hoy, cuando estamos a las puertas de celebrar un nuevo 27 de
septiembre, no podemos menos que recordar aquella hermosa ocasión signada por
su feliz desarrollo, y marcada por toda una larga serie de consecuciones que
ilustran la vida de la OMT.
Parece oportuno entonces, que nuestra colaboración con esta
significativa celebración esté relacionada con la imparable marcha ascendente
del movimiento turístico mundial, el cual rompe todas las previsiones posibles,
pues los problemas que pueden paralizar al sector intermitentemente el algunos
de sus múltiples escenarios, se ven compensados por la actividad de destinos
emergentes que entran de lleno en el mercado de la oferta y la demanda, con una
irresistible capacidad de captación, toda vez que han sabido adaptar sus
valores turísticos a las nueva exigencias que cada día se segmentan más en todo
el mundo viajero.
Los destinos se modernizan, se adaptan a las nuevas
tendencias y tecnologías, sin perder de vista sus valiosas “señas de
identidad”. Buscan su integración en la “era de la sostenibilidad”. La calidad
como meta final, pero sin perder de vista cuáles son sus principales
componentes, algo que los verdaderos profesionales del sector conocen muy bien,
y que no tiene nada que ver con el valor económico, lo que se quiere usar como
espejo de lo que debe ser esa calidad. Nada que ver con eso. La calidad tiene
que existir en lo barato y en lo caro… fundamental.
El movimiento turístico mundial avanza a pasos agigantados –
habría que mirar solamente para Dubái – sus perspectivas son incalculables.
Según las concienzudas, pero recatadas, previsiones de la Organización Mundial
del Turismo, en el 2020, vamos tener sobre la faz del planeta – y en el espacio
también – el doble de los turistas que hay ahora. Como decía aquella famosa
frase acuñada por unos tours operador de los de antes: “En algún lugar hay un
turista para Ud.”. Encontrarlo y atraerlo hacia nuestro destino, es labor de
profesionales. Y no sigamos confundiéndonos: el turismo que va a los casinos de
Montecarlo o de Estoril, no es el mismo del “todo incluido” que va al Caribe…
El que quiera entender que entienda.

Teatro Municipal de
Santiago de Chile
Un año más celebramos el DIA MUNDIAL DEL TURISMO. Los
caramelos y las flores que se regalen a los turistas en algunos destinos
“consolidados”, son una buena muestra del turismo que los visitan… Está claro
que todos los lugares no se pueden regalar Rolex, ni Mercedes últimos modelos…
LOS VALORES DEL TURISMO
Hace pocos años la Organización Mundial de Turismo utilizó el
slogan: “Turismo: fuerza impulsora de la lucha contra la pobreza, de la
creación de empleo y de la armonía social”.
Ante la magnitud y la oportunidad de este mensaje, hacemos
un llamado a la cordura y la sensatez, de quienes están planificando el turismo
como un elemento de desarrollo sostenible, para que estas vertientes, claras y
precisas, que contienen este mensaje estén siempre presentes en la
planificación de las actividades consecuentes en la evolución de los pueblos,
muy en especial teniendo en cuenta que desarrollo no significa crecer, como muy
bien insistía reiteradamente, una y otra vez, en sus enjundiosas y brillantes
clases sobre planificación del territorio turístico, nuestro prestigioso
profesor, Dr. arquitecto Juan Julio Fernández.
Parece entonces conveniente que quienes tienen en sus manos
los poderes de decisión en todo este conglomerado que significa desarrollo, se
acerquen a las fuentes del saber, y asesorados convenientemente, busquen las
soluciones adecuadas en cada caso, para que esas urgentes necesidades de acabar
con la pobreza, crear empleo y conseguir la armonía social, se puedan conseguir
sin hace peligrar las perspectivas de vida de las generaciones futuras.
Impresionante
fotografía de Puerto de la Cruz, Tenerife, con el Volcán Teide al fondo y el
Valle de la Orotava, lugar donde la nació el turismo de élite en las Islas
Canarias, hoy de obligada visita para el turista que llega a la isla gracias al
mundialmente famoso Loro Parque y a su clima excepcional todo el año. Un modelo
que necesariamente debe de estudiarse para entender el desarrollo del turismo y
sus consecuencias.
Hoy, afortunadamente, existen ya soluciones para todo. La
voluntad de aplicarlas y de seguir las pautas necesarias para conseguir ese
“desarrollo sostenible” del que tanto se habla sin saber lo que es, es lo que
se hace necesario. Los cientos de ejemplos que se pueden ofrecer a niveles
mundiales están a la vista para quienes quieran mirarlos. Crear empleo no
quiere decir destruir el paisaje haciendo más carreteras, ni montar fábricas de
armamentos. Se puede crear empleo alrededor del turismo en actividades con las
cuales se consigan metas que hagan felices a la humanidad. Hermosa tarea.
Estamos en el mundo ante una auténtica revolución social que
nos pide reflexión, pero a la vez actuación rápida. Los movimientos de los
emigrantes se multiplican, los países desarrollados son invadidos materialmente
por los habitantes de los países pobres. Hay que ayudarles, hay que sacarlos de
sus miserias, hay que culturizarlos en la filosofía del trabajo “enseñándoles a
pescar” no regalándoles el pescado... Un movimiento serio y honrado en esa
dirección es lo que se impone, lejos de las demagogias trasnochadas de antaño.
Hace ya algunos años, el Secretario General de la OMT,
invitaba a todos los agentes del turismo, especialmente a las administraciones
nacionales de turismo y al sector turístico privado, a reforzar sus actividades
con este nuevo enfoque de reducción de la pobreza. “Estamos convencidos, decía,
de que encontrarán muchas maneras de combinar solidaridad con rentabilidad, el
crecimiento turístico nacional con las oportunidades de empleo para los pobres,
y el éxito empresarial a largo plazo con la sostenibilidad socioeconómica.”
Cultura de paz, unida a la filosofía del trabajo bien hecho,
deben de ser metas para producir esa felicidad que necesita todo ser humano, y
que se conseguirá solamente cuando todos tengamos un nivel de vida consecuente
con el trabajo que desarrollemos, ganándonos el pan con el sudor de nuestra
frente, sin prebendas ni regalías, pero disponiendo de los medios necesarios
para adquirir esa cultura que nos lleve a disfrutar de la vida como debe ser:
honrada y honestamente. Amén.
*(Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del
Turismo)
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