TEMPESTAD
Teresa González
Cantaron las estrellas
en la lluvia esa tarde
mientras golpeaba su frescura
el amarillo de la fruta
Cantaron las miradas
verdes del naranjo
saltando de madura
la semilla de la vida
Cantaron los pichones
bajo el ala de la madre
mientras bajaba recia
el agua por su cuerpo
Cantaron en la tierra
las raíces de los árboles,
la vida, escoltando agradecida
su abundancia enfurecida.
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