El presente informe sobre el Paseo de San Telmo,
Puerto de la Cruz, Tenerife, se redacta a petición de la
Plataforma Ciudadana Maresía, interesada en conocer el alcance de la
participación de César Manrique en las obras de remozamiento que
se realizaron en la histórica vía de comunicación en la década de
los setenta.
Ermita de San Telmo Solarium del Paseo de San
Telmo Paseo de San Telmo El Paseo de San Telmo debe su actual
configuración a la notable
remodelación sufrida a mitad de la década de los
setenta, y a posteriores intervenciones realizadas años
después dirigidas, básicamente, a facilitar la accesibilidad de las
personas con movilidad reducida al propio Paseo y a la
plataforma situada en el borde marino de la zona.
En 1976 se inician las obras de regeneración del
Paseo de San Telmo, un espacio público de relevancia en el
litoral del Puerto de la Cruz, que conecta el casco antiguo de la ciudad
con la nueva zona turística en expansión, en la que ocupa un lugar
central el Complejo del Lago Martiánez realizado por César Manrique.
Los trabajos consistieron fundamentalmente, además de la
corrección de determinadas cotas del perfil topográfico del
lugar, en la pavimentación de la avenida principal y calles
adyacentes, la ampliación y mejora de la plataforma-solarium
aledaña, y en el ajardinamiento y dotación de mobiliario urbano:
bancos, pérgolas, parterres, etc.
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Las acciones acometidas en la antigua vía de
comunicación próxima al Complejo del Lago Martiánez, según
corroboran diversos testimonios aparecidos recientemente en la
prensa, contó con la colaboración de César Manrique, quien aportó
soluciones que responden a características definitorias de su
quehacer, sobre todo en sus obras de arte público, y que aún se pueden
observar en el Paseo. Un conjunto de recursos y orientaciones
generales dirigidos a mejorar la identidad urbana del espacio aunando
el cuidado estético, la atención a la memoria del lugar, el
diálogo atento con el entorno, en particular con el borde marino, desde
una sensibilidad rehabilitadora moderna, integrando materiales
locales y propios de su vocabulario.
Paseo de San Telmo, años 60-70 Paseo de San
Telmo, años 90 Estado de conservación El Paseo presenta en la actualidad un aspecto
confuso, fruto de sucesivos añadidos que devalúan el proyecto
inicial; del deterioro por el uso; de su inadecuada conservación; y de
intervenciones de cierta escala de gran impacto como, por ejemplo,
la proliferación de rampas que se mimetizan y superponen con el
lenguaje constructivo original dificultando una
apreciación ordenada del lugar. Así, se observan, entre otros:
- Pavimentos en mal estado y reposiciones del
mismo sin relación
con el original.
- Parterres y vegetación descuidados.
- Pérdidas de elementos originales en distintas
zonas (por ejemplo,
en el pequeño embarcadero).
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- Añadidos sucesivos de distinta naturaleza sin
criterios de
integración. Embarcadero Ampliación muro
- Del mismo modo, y como resultado de las obras
de remodelación del Paseo que se realizan en estos momentos, en
diversas calles adyacentes a la vía principal se han destruido
las trazas originales de la intervención de 1976. Rampa para PMR Muro de rampa sobre un parterre Presencia de César Manrique No obstante el estado de degradación que presenta
actualmente el Paseo, aún conserva cualidades constructivas en
las que se
pueden reconocer aportaciones y orientaciones
atribuibles a César Manrique.
Por un lado y en primer lugar, ha de tomarse en
consideración el espíritu con que se aborda la intervención en un
espacio con una naturaleza de borde tan potente. Es decir,
encontramos fórmulas de carácter general concernientes a la relación que
el espacio intervenido mantiene con la memoria del lugar, el
entorno natural marino inmediato y con la lámina de agua, que se
concretan en la consideración como valor a conservar de ciertos
elementos.
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antiguos preexistentes y en el diálogo amable con
los valores naturales del entorno, que conservan una
expresión vigorosa. En este sentido, cabe reseñar:
- La conservación del muro primitivo anterior a
la intervención de los años setenta que remata la muralla de protección
del Paseo.
- La subsistencia, en distintas zonas de la
propia muralla de protección, de huellas de intervenciones pasadas
que actúan como capas de memoria.
- La relación atenta que mantiene la
plataforma-solarium con la lámina de agua a través de la incorporación de
rocas basálticas a la misma —tratadas con cualidades escultóricas, en
las que los cantos rodados incrustados en el pavimento que las
circundan actúan a modo de paspartú, subrayando sus valores estéticos—
en diálogo con las peñascos marinos de su entorno. Roca basáltica en la actualidad
Plataforma-solarium
- La conservación del antiguo espigón contiguo al
solarium que protege la pequeña playa de arena negra y cantos
rodados.
- La preservación del pequeño embarcadero en los
alrededores del denominado “Mirador César Manrique”.
- La preservación y uso de elementos basálticos
naturales de la propia orografía del lugar como elemento
constructivo, junto con otros materiales, del murallón.
- El empleo de materiales de la zona como los
cantos rodados y el basalto para subrayar valores locales en la
construcción del Paseo.
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Elementos naturales integrados en la muralla
Huellas de distintas intervenciones Espigón y playa de arena negra y cantos rodados
Pavimento de cantos rodados Y, por otro lado, existen elementos propios del
lenguaje expresivo de Manrique insertados en el trazado del Paseo,
reconocibles en el mobiliario urbano, en el tratamiento de los
pavimentos (por ejemplo, el empleo de cantos rodados en los bordes
perimetrales del paseo y en las escalinatas), y en la ornamentación
general, incluida la vegetación, del espacio, que están emparentadas
con otras zonas del litoral del Puerto de la Cruz, buscando una
cierta continuidad urbanística y estética, en concreto con el
Complejo Martiánez y su entorno. Soluciones algunas de las cuales
utilizará años después en su obra de Playa Jardín del municipio porteño.
Cabe señalar, entre otros:
- Bancos de mampostería a modo de grandes
maceteros.
- Parterres y muros de mampostería pintados de
blanco.
- Escalinatas de piedra y cantos rodados.
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Paseo de San Telmo (detalles) Consideraciones y recomendaciones Uno de los desafíos mayores de la arquitectura y
el urbanismo moderno es armonizar las actuaciones de
rehabilitación en nuestros espacios públicos con valores patrimoniales y
artísticos, y con fuerte significación social, estén protegidos o no, sin
que estos pierdan identidad, sin renunciar a la innovación y a la
contemporaneidad. Sin embargo, en la práctica, suelen concurrir dos
sensibilidades tipo a la hora de afrontar este tipo de
intervenciones. Una, que hace
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“tabla rasa” con la historia del lugar y subraya
el valor de lo nuevo. Y otra, muy variada, que, sin renunciar a la
modernidad, trabaja con criterios paisajísticos con voluntad de
arqueología urbana. Son, por tanto, los presupuestos de partida de la
intervención los que determinan el resultado final de la misma.
Propuestas estandarizadas A nuestro juicio, existen valores patrimoniales
suficientes en el Paseo de San Telmo, y así lo reconoce también un
número representativo de ciudadanos del Puerto de la
Cruz, para que el proyecto de rehabilitación que se proyecte para
el Paseo tenga en consideración la significación histórica del
mismo. La atención a
esta realidad exige un tratamiento minucioso,
pormenorizado, atento a la memoria del lugar y la singularidad
del entorno, de las distintas acciones que se juzguen necesarias para
su recuperación como espacio público de calidad. En este sentido, consideramos que por la
vinculación histórica del artista al Puerto de la Cruz y por la continuidad
urbanística del Paseo con la ermita del mismo nombre y su
entorno, y con el Complejo de Costa Martiánez, la huella existente
de César Manrique, tenga la amplitud que tenga, merecería
ser preservada e integrada, junto al resto de trazas históricas,
en el proyecto de rehabilitación del Paseo.
Fernando Ruiz
Conservador Jefe
Lanzarote, 3 de marzo de 2014
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